“Hay muchas historias de éxito”
La nueva jefa de ASSMCA quiere ampliar oferta de metadona para tratar la adicción
Q Cuando Suzanne Roig, la actual jefa de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), dirigía el centro de metadona de Bayamón, veía cara a cara, todos los días, a muchos de los cientos de adictos en rehabilitación que van allí a diario buscando la cura para la dependencia que poco a poco les había comido la vida.
Esa experiencia le dejó una enseñanza clarísima.
“No conozco un solo adicto que no quiera tratamiento”, dice, con seguridad, Roig, quien desde enero de este año dirige ASSMCA, la agencia gubernamental a cargo del programa de medicación con metadona que a pesar de su éxito probado sigue siendo de muy difícil acceso para los miles de puertorriqueños y puertorriqueñas que día a día batallan con el monstruo de la adicción a la heroína.
Solo 4,669 adictos son tratados en Puerto Rico con metadona, una cantidad ínfima considerando la magnitud del problema.
Un estudio epidemiológico hecho por la Universidad de Puerto Rico para ASSMCA, publicado en diciembre, revela que el 2.5% (90,000 personas, tomando como base una población de 3.6 millones) de la población necesita tratamiento especializado contra el abuso de sustancias, pero solo tres de cada diez lo reciben.
El programa de metadona, que solo lo ofrece ASSMCA en seis centros, es el tratamiento científico más importante en Puerto Rico para el manejo de la adicción a heroína.
La heroína no es la droga más usada en Puerto Rico, pero sí es la que más preocupa a las autoridades porque se trata de un opiáceo altamente adictivo que provoca una dependencia casi imposible de romper si no es por medio de un tratamiento integral que tiene como base medicamentos como la metadona y la buprenorfina.
La buprenorfina está disponible en consultorios médicos privados y la cubre el plan de salud del Gobierno. Pero ahora mismo solo la están usando unos 2,700 pacientes.
Roig, quien es socióloga y trabaja- dora social, dice que es consciente del problema del difícil acceso a metadona y otros tratamientos basados en evidencia científica desde antes de asumir el cargo.
De hecho, revela que ella misma escribió la propuesta para manejarlo que está en el programa de gobierno del Partido Nuevo Progresista (PNP). Roig sostiene que ha identificado fondos federales para aumentar las clínicas de medicación de metadona, una especie de servicio ambulante que se desplaza a lugares de la Isla que quedan muy distantes de los centros de ASSMCA.
A un costo de $4 millones, dijo Roig, pronto establecerá clínicas de medicación en el área este, en algún municipio de la montaña, en Vega Baja y en Santurce.
Las cuatro unidades de medicación aumentarán en apenas 600 la capacidad de ASSMCA para ofrecer el servicio, porque las regulaciones federales limitan a 150 el número máximo de pacientes por unidad.
Pero Roig, consciente de la crisis fiscal que atraviesa el Gobierno de Puerto Rico, dijo que sigue tratando de identificar fondos federales para aumentar la oferta de tratamientos científicos contra la adicción porque es testigo presencial de que la metadona realmente ayuda a los adictos.
“Con la primera toma se empiezan a sentir mejor. El medicamento funciona y hay muchas historias de éxito”, dijo Roig.
Los centros de metadona también ofrecen tratamiento psicosocial a sus pacientes, a los que asisten en los procesos de reinsertarse a la sociedad como seres funcionales y hasta en el proceso de recuperar sus relaciones con sus familias.
No es inusual, dijeron Roig y el director del programa de sustancias de ASSMCA, Juan Torres Gluck, que en el proceso haya “recaídas”, porque la adicción es una enfermedad crónica que no se supera de un día a otro.
“Es completamente normal y esperado que un paciente en recuperación tenga recurrencia. Eso es algo que hay que entender para nosotros tratar a estas personas. Eso es algo clave”, dijo Roig. OJO A HOGARES RESIDENCIALES. ASSMCA también maneja una propuesta para ampliar el acceso a tratamiento con base en evidencia científica que se ofrece en los 172 centros residenciales licenciados por la agencia. En este momento, más del 90% de estos centros, casi todos de corte religioso, no ofrece tratamiento basado en evidencia científica.
Pero ASSMCA opera básicamente bajo la premisa de que tratamiento sin base científica es mejor que cero tratamiento y está identificando fondos para ofrecer adiestramientos al personal de dichos centros.
Según Roig, existe un tratamiento conocido como “seeking safety” en el que pueden adiestrarse empleados de los centros residenciales sin que tengan que poseer alguna preparación en carreras de conducta humana.
“Es una práctica que ya identificamos como una posibilidad. Tenemos que considerar que muchos de estos proveedores son instituciones que por buena voluntad quieren hacerlo y carecen de las destrezas y el personal con el conocimiento apropiado para poderlo hacer. Nuestra meta es ayudarlos en eso”, dijo Roig.
Algunos de los centros residenciales que no ofrecen tratamientos con base en evidencia científica han sido imputados de abusos contra sus pacientes, a los que someten a tratamientos indignos y humillantes, entre estos ponerlos a pedir dinero en las calles con camisetas que los identifican como adictos en recuperación, lo cual podría ser una violación de las leyes que protegen la confidencialidad de los pacientes.
Roig sostuvo que ha escuchado de las denuncias de abusos y que le preocupan. Ha instruido al personal de ASSMCA en todos los niveles a que les dé prioridad a las quejas. Pero también es consciente de que los hogares ofrecen un servicio que, en muchos casos, es la única alternativa. "NO ES CERRAR POR CERRAR". Torres Gluck dijo que la intención de la agencia no es “antagonizar” con los centros que no ofrecen tratamiento científico, sino apoyarlos para que sean más efectivos.
“Nuestro interés tampoco es ser exageradamente exigentes pidiéndoles ciertos recursos que les haría muy oneroso para ellos operar. Lo que nosotros quisiéramos es capacitarlos para que, con los propios recursos que tienen, que den servicios basados en evidencia científica porque es algo que nosotros promovemos. Pero que existan y que estén disponibles”, dijo Torres Gluck.
“Nuestro interés no es empezar a cerrar centros, es todo lo contrario. Es apoyarlos para que cumplan y sean más respetuosos de la dignidad del ser humano y de los derechos de las personas y que obviamente ayuden a estas personas a recuperarse. No es cerrar por cerrar los centros, sino ayudarlos a cumplir”, agregó.
“No conozco un solo adicto que no quiera tratamiento” “Nuestro interés no es empezar a cerrar centros, es todo lo contrario” SUZANNE ROIG Administradora de ASSMCA JUAN TORRES GLUCK Director del programa de sustancias de ASSMCA