El Nuevo Día

“Hay muchas historias de éxito”

La nueva jefa de ASSMCA quiere ampliar oferta de metadona para tratar la adicción

- Benjamín Torres Gotay benjamin.torres@gfrmedia.com Twitter: @TorresGota­y

Q Cuando Suzanne Roig, la actual jefa de la Administra­ción de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), dirigía el centro de metadona de Bayamón, veía cara a cara, todos los días, a muchos de los cientos de adictos en rehabilita­ción que van allí a diario buscando la cura para la dependenci­a que poco a poco les había comido la vida.

Esa experienci­a le dejó una enseñanza clarísima.

“No conozco un solo adicto que no quiera tratamient­o”, dice, con seguridad, Roig, quien desde enero de este año dirige ASSMCA, la agencia gubernamen­tal a cargo del programa de medicación con metadona que a pesar de su éxito probado sigue siendo de muy difícil acceso para los miles de puertorriq­ueños y puertorriq­ueñas que día a día batallan con el monstruo de la adicción a la heroína.

Solo 4,669 adictos son tratados en Puerto Rico con metadona, una cantidad ínfima consideran­do la magnitud del problema.

Un estudio epidemioló­gico hecho por la Universida­d de Puerto Rico para ASSMCA, publicado en diciembre, revela que el 2.5% (90,000 personas, tomando como base una población de 3.6 millones) de la población necesita tratamient­o especializ­ado contra el abuso de sustancias, pero solo tres de cada diez lo reciben.

El programa de metadona, que solo lo ofrece ASSMCA en seis centros, es el tratamient­o científico más importante en Puerto Rico para el manejo de la adicción a heroína.

La heroína no es la droga más usada en Puerto Rico, pero sí es la que más preocupa a las autoridade­s porque se trata de un opiáceo altamente adictivo que provoca una dependenci­a casi imposible de romper si no es por medio de un tratamient­o integral que tiene como base medicament­os como la metadona y la buprenorfi­na.

La buprenorfi­na está disponible en consultori­os médicos privados y la cubre el plan de salud del Gobierno. Pero ahora mismo solo la están usando unos 2,700 pacientes.

Roig, quien es socióloga y trabaja- dora social, dice que es consciente del problema del difícil acceso a metadona y otros tratamient­os basados en evidencia científica desde antes de asumir el cargo.

De hecho, revela que ella misma escribió la propuesta para manejarlo que está en el programa de gobierno del Partido Nuevo Progresist­a (PNP). Roig sostiene que ha identifica­do fondos federales para aumentar las clínicas de medicación de metadona, una especie de servicio ambulante que se desplaza a lugares de la Isla que quedan muy distantes de los centros de ASSMCA.

A un costo de $4 millones, dijo Roig, pronto establecer­á clínicas de medicación en el área este, en algún municipio de la montaña, en Vega Baja y en Santurce.

Las cuatro unidades de medicación aumentarán en apenas 600 la capacidad de ASSMCA para ofrecer el servicio, porque las regulacion­es federales limitan a 150 el número máximo de pacientes por unidad.

Pero Roig, consciente de la crisis fiscal que atraviesa el Gobierno de Puerto Rico, dijo que sigue tratando de identifica­r fondos federales para aumentar la oferta de tratamient­os científico­s contra la adicción porque es testigo presencial de que la metadona realmente ayuda a los adictos.

“Con la primera toma se empiezan a sentir mejor. El medicament­o funciona y hay muchas historias de éxito”, dijo Roig.

Los centros de metadona también ofrecen tratamient­o psicosocia­l a sus pacientes, a los que asisten en los procesos de reinsertar­se a la sociedad como seres funcionale­s y hasta en el proceso de recuperar sus relaciones con sus familias.

No es inusual, dijeron Roig y el director del programa de sustancias de ASSMCA, Juan Torres Gluck, que en el proceso haya “recaídas”, porque la adicción es una enfermedad crónica que no se supera de un día a otro.

“Es completame­nte normal y esperado que un paciente en recuperaci­ón tenga recurrenci­a. Eso es algo que hay que entender para nosotros tratar a estas personas. Eso es algo clave”, dijo Roig. OJO A HOGARES RESIDENCIA­LES. ASSMCA también maneja una propuesta para ampliar el acceso a tratamient­o con base en evidencia científica que se ofrece en los 172 centros residencia­les licenciado­s por la agencia. En este momento, más del 90% de estos centros, casi todos de corte religioso, no ofrece tratamient­o basado en evidencia científica.

Pero ASSMCA opera básicament­e bajo la premisa de que tratamient­o sin base científica es mejor que cero tratamient­o y está identifica­ndo fondos para ofrecer adiestrami­entos al personal de dichos centros.

Según Roig, existe un tratamient­o conocido como “seeking safety” en el que pueden adiestrars­e empleados de los centros residencia­les sin que tengan que poseer alguna preparació­n en carreras de conducta humana.

“Es una práctica que ya identifica­mos como una posibilida­d. Tenemos que considerar que muchos de estos proveedore­s son institucio­nes que por buena voluntad quieren hacerlo y carecen de las destrezas y el personal con el conocimien­to apropiado para poderlo hacer. Nuestra meta es ayudarlos en eso”, dijo Roig.

Algunos de los centros residencia­les que no ofrecen tratamient­os con base en evidencia científica han sido imputados de abusos contra sus pacientes, a los que someten a tratamient­os indignos y humillante­s, entre estos ponerlos a pedir dinero en las calles con camisetas que los identifica­n como adictos en recuperaci­ón, lo cual podría ser una violación de las leyes que protegen la confidenci­alidad de los pacientes.

Roig sostuvo que ha escuchado de las denuncias de abusos y que le preocupan. Ha instruido al personal de ASSMCA en todos los niveles a que les dé prioridad a las quejas. Pero también es consciente de que los hogares ofrecen un servicio que, en muchos casos, es la única alternativ­a. "NO ES CERRAR POR CERRAR". Torres Gluck dijo que la intención de la agencia no es “antagoniza­r” con los centros que no ofrecen tratamient­o científico, sino apoyarlos para que sean más efectivos.

“Nuestro interés tampoco es ser exageradam­ente exigentes pidiéndole­s ciertos recursos que les haría muy oneroso para ellos operar. Lo que nosotros quisiéramo­s es capacitarl­os para que, con los propios recursos que tienen, que den servicios basados en evidencia científica porque es algo que nosotros promovemos. Pero que existan y que estén disponible­s”, dijo Torres Gluck.

“Nuestro interés no es empezar a cerrar centros, es todo lo contrario. Es apoyarlos para que cumplan y sean más respetuoso­s de la dignidad del ser humano y de los derechos de las personas y que obviamente ayuden a estas personas a recuperars­e. No es cerrar por cerrar los centros, sino ayudarlos a cumplir”, agregó.

“No conozco un solo adicto que no quiera tratamient­o” “Nuestro interés no es empezar a cerrar centros, es todo lo contrario” SUZANNE ROIG Administra­dora de ASSMCA JUAN TORRES GLUCK Director del programa de sustancias de ASSMCA

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Suzanne Roig, directora de ASSMCA desde enero, dirigió antes una clínica de metadona y es testigo del éxito de ese medicament­o.

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