EVITA FUTUROS PROBLEMAS
Segundo artículo sobre la importancia de la socialización de un cachorro
Típicamente imaginamos la socialización de un cachorro como perritos jugando y conociendo a otros perros, pero esto es una pequeña parte de lo que incluye una socialización correcta.
La socialización tiene todo que ver con enseñarle al perro las habilidades sociales correctas y cómo sentirse y actuar confiado en el mundo humano. Por eso, tiene que ser expuesto a una variedad de ambientes, sonidos, personas, animales, tráfico y objetos que necesitarán para lidiar con los adultos. Y aunque esta etapa es crucial, en realidad, la socialización es algo que se debe dar de por vida para mantener un perro balanceado. La ventaja es que comenzar a temprana edad permite el desarrollo de un vínculo fuerte entre el humano y la mascota.
La meta es que el cachorro tenga experiencias calmadas, positivas o neutrales, pero siempre de forma divertida. Esto hace que el entrenamiento sea más fácil ya que aprenderá el valor que trae mantenerse enfocado en usted, sin importar todo lo que pueda estar pasando a su alrededor.
Es importante también enseñarle al cachorro a aceptar el manejo físico como el chequear sus patitas, oídos, ojos, dientes, el corte de uñas y mantenerse quieto durante un examen. Esto hace la visita al veterinario menos traumática.
Si te preocupan las enfermedades, sencillamente no pongas al cachorro en áreas que son altamente visitadas por perros desconocidos. Entienda que conocer a otros perros no es lo único en la socialización.
Pero siempre hay que tener en cuenta que hay ciertas cosas que pueden ser transferidas por los genes, como son la timidez y el miedo. En el caso de los tímidos, se debe ir poco a poco y hacer de cada experiencia social una muy recompensada.
Puede que nunca logre la confianza que uno desea para el perro, pero si lo trata de hacer lo más temprano posible, evitará problemas en el futuro. Pero es muy importante que, no importa como sea el cachorro, nunca lo obligues a hacer algo a lo que le teme.
Muchos creen que en un área pública no es seguro para el cachorro si aún no tiene sus vacunas, por lo que una escuela de perros es una buena alternativa. Puede ser una gran opción siempre y cuando los maestros estén usando el enfoque correcto.
Un buen entrenador sabe aparear los cachorros correctos según se van conociendo y no obligará a uno temeroso a soportar el agobio de otro muy energético. Sabrá técnicas que promueven la confianza en los tímidos y prevenir juego inapropiado con los otros. La niñez de un cachorro no tiene que ser una experiencia abrumadora. ¡Disfruten juntos, que la etapa de un cachorro es bella y no durara para siempre!