El nuevo Código Civil no puede nacer de la prisa
No hay duda de que Puerto Rico necesita un nuevo Código Civil que reemplace el vigente, que data de 1930, pero el que la legislación haya estado bajo estudio durante 18 años no justifica su aprobación apresurada en esta sesión extraordinaria.
Coincidimos con el presidente saliente del Senado, Eduardo Bhatia, en que el Código Civil vigente es arcaico y necesita ponerse al día, pero nos parece incorrecto el argumento de que, como pasaron las elecciones, los legisladores no tienen que temer las consecuencias políticas de un voto a favor.
Es cierto que la legislación bajo consideración en esta sesión extraordinaria es el resultado del análisis de los siete libros que componen el Código Civil hecho a través de cuatro legislaturas, pero también es un dato que algunas de las piezas que lo integran, especialmente en el libro de las leyes de familia, han generado gran controversia.
Nos complace que Bhatia haya dicho que está dispuesto a dejar pendiente de aprobación el libro de Familia, aunque insiste en que se dé paso a los otros seis libros que, según su cálculo, componen el 90% de la legislación. No estamos de acuerdo.
El proyecto bajo consideración en esta sesión extraordinaria fue radicado el 29 de junio pasado, a dos días de la terminación de la última sesión ordinaria de este cuatrienio, por el presidente de la Comisión de lo Jurídico, Miguel Pereira.
Pereira dijo entonces en una declaración escrita que esperaba que el documento sirviera “para iniciar una discusión pública, amplia, sensible, honesta y rigurosa sobre lo que debe ser el cuerpo de reglas civiles que rija en nuestro País”.
La discusión pública amplia no se generó en ese momento ni hasta ahora. En realidad, más que una discusión pública, creemos que los legisladores que impulsan la medida le deben una explicación pública al País.
El senador Pereira celebró vistas públicas esta semana, una en la que muchos ciudadanos descansan por la celebración del Día de Acción de Gracias. La gestión nos parece insuficiente porque las audiencias no se encaminaban a enmendar la legislación sino que serían, como dijo Bhatia, “para darle certeza y confianza a la gente de que esto no es una improvisación (sino) un trabajo de 18 años”.
Tenemos que reiterar nuestra preocupación ante la prisa irrazonable por aprobar el nuevo Código en momentos en que, además, se lleva a cabo el proceso de transición en el gobierno.
El senador Bhatia sostiene que es indispensable que se apruebe ahora la legislación en cuestión para que Puerto Rico pueda contar con herramientas adicionales de desarrollo económico. Se equivoca.
Lo que resulta indispensable ahora es cumplir con lo que el senador Pereira se comprometió en junio pasado cuando presentó la legislación: someter el proyecto de Código Civil a una discusión amplia.
Confiamos en que la mayoría del Partido Popular Democrático en el Senado reconsidere su posición y deje sobre la mesa el proyecto de Código Civil hasta la próxima Legislatura, que comienza en enero y en la que el Partido Nuevo Progresista ostentará la mayoría.
Ahora bien, de igual manera esperamos que esa nueva mayoría legislativa propicie esa discusión “pública, amplia, sensible, honesta y rigurosa” que anticipaba el senador Pereira y que, una vez cumplido ese proceso, se comprometa a aprobar una legislación responsable.
No debe interpretarse nuestra posición como una oposición a un nuevo Código Civil atemperado a nuestros tiempos, sino como un llamado a la reflexión calmada que debe caracterizar la consideración de la pieza legislativa que trata sobre nuestro ordenamiento civil.