Verdejo noquea en cinco asaltos
Superó al mexicano Juan José Martínez en la coestelar del cartel de Top Rank en el Garden
NUEVA YORK. - Félix Verdejo mostró anoche la energía y pegada que habían desaparecido en sus últimas dos peleas, noqueando en cinco episodios al mexicano Juan José Martínez en la coestelar del cartel sabatino en el Madison Square Garden de Manhattan.
El final vino cuando quedaban 20 segundos en el quinto. Verdejo le llegó a Martínez con una combinación de jab zurdo y largo recto de derecha que lo hicieron tambalearse en retroceso. El púgil herido se fue a las cuerdas, donde El Diamante lo atacó sin clemencia, obligando al réferi a detener la pelea.
En el primer capítulo, Verdejo (22-0, 15 nocauts) salió calmado, circulando a su oponente, tirando jabs y combinaciones de tres golpes, algo que su esquina dijo que era esencial ante el mexicano Martínez (25-3, 17 nocauts), quien intentó presionar pero Félix se movía bien. Su puntería, aún era pobre, sin embargo. A mediados de vuelta el boricua contraatacó con un buen recto de derecha pero poco después recibió un gancho zurdo en un intercambio.
Félix abrió el segundo en contragolpe, anotando con una derecha y luego un fuerte gancho. Pero no fueron en combinación. Derecha y oper zurdo sacudieron a Martínez, y buscó ripostar sin lograrlo. En el tercero Verdejo llegó con el volado de derecha y luego con la izquierda, haciendo sangrar a Martínez por el pómulo derecho. Su velocidad le permitía anticipar los ataques y contragolpear.
Así fue que, de espaldas a la esquina blanca, ripostó con un gancho izquierdo que hizo tambalear al mexicano de nuevo. Para el cuarto, Verdejo comenzó a plantarse más, lo que le permitió volver a sacudir a su rival con una izquierda curva al pómulo herido. También mostró buen movimiento evasivo. Martínez sangraba y recibía cada vez más.
Un desgastado Martínez salió a casar a Verdejo en el quinto, pero lo que encontraban sus guantes era aire, y su rostro golpes.
En el cuerpo a cuerpo, Verdejo pegó dos ganchos zurdos y una derecha al rostro que pararon en seco al mexicano, que estaba consciente de que su panorama se complicaba cada vez más, previo al desenlace.