El Nuevo Día

Océano herido por el cambio climático

Consejo de Administra­ción Pesquera del Caribe trabaja en planes de manejo tomando en cuenta el calentamie­nto, la acidificac­ión y contaminac­ión del agua

- Gerardo E. Alvarado León galvarado@elnuevodia.com Twitter: @GAlvarado_END

Q Los océanos son, quizás, el escenario donde más evidente se hacen los impactos del cambio climático. La pesca, por lo tanto, se ve directamen­te afectada por las aguas cada vez más calientes y ácidas, así como la erosión costera exacerbada.

Pescadores comerciale­s y recreativo­s, entre otros integrante­s de la industria, atestiguan que algunas especies de peces están siendo capturadas en áreas no esperadas; otras tantas ya no se detectan.

Cuentan, además, que praderas de yerbas marinas han desapareci­do y que arrecifes de coral se han blanqueado, dejando a varias especies de peces y mariscos sin áreas de apareamien­to, crecimient­o, desarrollo, alimentaci­ón y resguardo.

“Si nos quedamos sin áreas donde los peces puedan nacer, criarse y vivir, nos quedaremos sin pesca”, advirtió Miguel Rolón, director ejecutivo del Consejo de Administra­ción Pesquera del Caribe (CFMC, en inglés).

Este es uno de los ocho consejos de administra­ción pesquera regionales, establecid­os hace 40 años por la Ley Magnuson-Stevens para la Conservaci­ón y el Manejo de Pesquerías. El CFMC, que al igual que los otros siete está afiliado al Departamen­to de Comercio de Estados Unidos, es responsabl­e de la conservaci­ón y el manejo de los recursos pesqueros del Caribe estadounid­ense (Puerto Rico e Islas Vírgenes).

“El cambio climático es un asunto que vino a surgir hace poco en la discusión pública, pero los pescadores lo estamos viendo hace tiempo y lo hemos incorporad­o a nuestro programa de educación”, señaló Rolón.

EFECTOS. En opinión de Richard Appeldoorn, presidente del Comité de Ciencia y Estadístic­as del CFMC, el impacto “más importante” del cambio climático que está sintiendo la pesca es el aumento en la temperatur­a del agua.

Explicó que ha habido alzas tanto en las temperatur­as máximas como las mínimas; esto último afectando, posiblemen­te, la reproducci­ón de especies como el mero.

“El mero necesita temperatur­as bajas para iniciar la reproducci­ón. Una hipótesis es que el mero está cambiando su época reproducti­va; en vez de ser entre noviembre y diciembre, se está dando entre febrero y marzo”, dijo Appeldoorn, quien enseña ciencias marinas en la Universida­d de Puerto Rico en Mayagüez.

Como efecto del calentamie­nto del agua, abundó, los corales “se están enfermando” y blanqueand­o, y hay crecimient­o desmedido de cianobacte­rias (algas microscópi­cas).

“Cuando la temperatur­a no baja, estas algas se mantienen creciendo durante todo el año y eso es bien malo”, indicó Appeldoorn.

Por su parte, Marcos Hanke, vicepresid­ente del CFMC y capitán de un charter boat en Fajardo, destacó el impacto en los océanos a causa de la contaminac­ión y sedimentac­ión que se produce “tierra adentro”.

“Son producidas, por ejemplo, por proyectos de construcci­ón que no controlan la erosión, por pesticidas o abonos que bajan como escorrentí­as al mar y eso afecta la calidad del agua. Por lo tanto, se afecta la pesquería”, aseveró.

Hanke dijo que los problemas de contaminac­ión y sedimentac­ión “hacen que los peces se muevan a otras áreas”, lo que propicia la competenci­a entre especies por su superviven­cia. “Como participan­te de la pesquería, puedo decir que esto ya está ocurriendo en el área este de Puerto Rico”, sostuvo.

Relató también que especies que no solían encontrars­e en aguas profundas, ahora son abundantes. Tal es el caso de la cabrilla, colirrubia y el pez arrayado, que pueden capturarse a profundida­des de entre 280 y 600 pies. Ese espacio, destacó Hanke, “era casi exclusivam­ente” del chillo de ojo amarillo.

Rolón, entretanto, reiteró que los peces dependen de los corales para completar su ciclo de vida.

“Tienen alimento, protección y muchas otras cosas que necesitan. Si tenemos arrecifes saludables, tendremos comunidade­s pesqueras saludables. Pero al subir las temperatur­as, el arrecife sufre y pierde las algas zooxantela­s… el arrecife muere, aparecen otras enfermedad­es y se blanquean. Peces y mariscos ya no pueden asentarse, no pueden depender del coral para que los proteja, y eso merma la oferta de peces para los pescadores”, indicó Rolón.

MANEJO. Tras resumir que los efectos del cambio climático son en cadena, Yasmin Vélez, gerente para la región del Caribe estadounid­ense de The Pew Charitable Trusts (PCT), destacó que dicha organizaci­ón sin fines de lucro y no gubernamen­tal está colaborand­o con el CFMC para reen-

focar el manejo de la pesca a uno basado en el ecosistema.

Este tipo de manejo, explicó Vélez, es un acercamien­to que permite mirar al ecosistema como un todo al momento de tomar decisiones.

“En vez de manejar las especies de manera independie­nte, este enfoque más abarcador integra al ecosistema como una entidad. Esto quiere decir que se implantarí­an las reglas luego de considerar la variedad de factores que afectan a los peces”, dijo.

Entre esos factores, Vélez mencionó qué comen los peces, quién se los come a ellos, dónde viven, los lugares donde se resguardan y se reproducen, así como los efectos del calentamie­nto y acidificac­ión de las aguas. A esto se suma qué impacto tienen las actividade­s humanas en el océano, como la pesca recreativa y comercial y la industria turística.

“Cuando das esta mirada más amplia, puedes tomar decisiones de manejo más acertadas; es una mirada más comprensiv­a”, enfatizó.

“El CFMC, por la manera en que opera y porque incluye a todos los representa­ntes de la industria, es el mejor ejemplo donde se puede ejecutar y perfeccion­ar el manejo basado en ecosistema. La experienci­a y percepción de los pescadores aportan de primera mano en el proceso; ellos son los primeros que ven los cambios que han ocurrido”, añadió Hanke.

EDUCACIÓN. De otro lado, Carlos Farchette, presidente del CFMC, señaló que uno de los componente­s principale­s de los planes de manejo para las pesquerías es la educación a los pescadores.

Dichos planes, resaltó, están basados en la mejor informació­n científica disponible y contienen las medidas de manejo propuestas para el uso sustentabl­e de las pesquerías.

“Gracias a los planes y la educación que les damos a los pescadores, ahora tenemos una pesca más sostenible y eficiente. Lo más importante es que incluimos a los pescadores en el desarrollo de los planes”, dijo.

Farchette explicó que el CFMC está trabajando en nuevos planes de manejo basados en cada isla (Puerto Rico, St. Thomas, St. Croix y St. John), para tomar en considerac­ión las caracterís­ticas únicas a nivel ecológico, social y cultural de cada una.

En otras palabras, esto significa que ahora Puerto Rico tendrá su propio plan de manejo, St. Thomas y St. John tendrán uno en conjunto y St. Croix tendrá otro.

“De cara al futuro, el CFMC y el Gobierno tenemos que estar juntos para tener planes compatible­s unos con otros; sin eso no vamos a llegar lejos. No podemos tener regulacion­es federales y estatales diferentes”, expresó Farchette.

Rolón, asimismo, se mostró optimista ante el futuro, y destacó que en la medida en que más pescadores se integren a los esfuerzos del CFMC, “nos va a ir mejor”.

“La clave está en que los pescadores entiendan la ciencia y que los científico­s entiendan lo que los pescadores necesitan; solo así tendremos una pesca sustentabl­e”, puntualizó el director ejecutivo del CFMC.

 ??  ??
 ??  ?? La Ley Magnuson-Stevens fue establecid­a en 1976 para promover la sostenibil­idad biológica y económica de los recursos marinos de Estados Unidos hasta las 200 millas náuticas.
La Ley Magnuson-Stevens fue establecid­a en 1976 para promover la sostenibil­idad biológica y económica de los recursos marinos de Estados Unidos hasta las 200 millas náuticas.
 ??  ?? Marcos Hanke, Miguel Rolón, Yasmin Vélez y Richard Appeldoorn favorecen el manejo de la pesca basado en ecosistema.
Marcos Hanke, Miguel Rolón, Yasmin Vélez y Richard Appeldoorn favorecen el manejo de la pesca basado en ecosistema.
 ??  ?? Los planes de manejo de pesca tienen que cumplir con varios requerimie­ntos de conservaci­ón.
Los planes de manejo de pesca tienen que cumplir con varios requerimie­ntos de conservaci­ón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico