Rafael Román le ha fallado al pueblo
Hace un tiempo que estamos bajo racionamiento de agua potable. El secretario de Educación, Rafael Román, contó con los dos meses de verano para elaborar un plan funcional para que las escuelas ubicadas en áreas bajo el racionamiento pudieran seguir funcionando en horario normal garantizando así el tiempo lectivo establecido de seis horas contacto diariamente.
Lamentablemente transcurrieron los meses y no se implantó un plan de contingencia para asegurarse de que cada escuela contara con un sistema alterno de provisión de agua potable instalando una cisterna a cada escuela y las que ya la tenían revisarlas y repararlas si era necesario antes del inicio del nuevo curso escolar.
Simple y sencillamente esto no se realizó y como ya el inicio de clases estaba próximo Román ni corto ni perezoso improvisó y puso en función una estrategia de fácil implantación, poco pensada, sin medir consecuencias; que es eliminar el servicio de desayuno, acortar los periodos de clases poniendo los estudiantes a salir a la 1:20 p.m. y no dar clases los viernes.
Esta estrategia, implantada por el secretario, le crea un problema mayor particularmente a los pa- dres que trabajan y tienen sus hijos estudiando en las escuelas elementales bajo racionamiento de agua. ¿Cómo van estos padres -que ambos trabajan- a manejar el asunto?
Le sugiero a Román que deje sin efecto esas medidas y en su defecto contrate de emergencia, sin subasta, empresas que ubiquen en las escuelas afectadas por el racionamiento unidades de servicio sanitario portátiles. Además, que coordine con la directora de la Autoridad Escolar de Alimentos para que en cada plantel afectado por el racionamiento se ofrezcan en los días sin agua desayuno y almuerzo fríos, servidos en platos y utensilios desechables; servicio con el que ya cuenta el Programa de Comedores Escolares.
Por otro lado, que imparta instrucciones a OMEP y a la Autoridad de Edificios Públicos para que de inmediato pongan en marcha un plan para instalar en las escuelas que no la tengan una cisterna y revisar aquellas que ya están instaladas.
Espero que estas sugerencias ayuden y aporten para que el servicio educativo en las escuelas afectadas por racionamiento de agua se normalice. Héctor Igartúa Superintendente auxiliar
escolar retirado