Más allá de una compra
Regalar por regalar resulta en bolsas llenas de cosas que pueden no tener verdadero valor para quienes las recibirán
La Navidad, quizás más que ninguna otra época del año, provoca en muchos la falsa necesidad de comprar mucho, por impulso y por encima del presupuesto. Una ecuación terrible para terminar el año con más deudas que ahorros y más cargo de conciencia que paz mental.
La doctora María Curbelo Serrano invita a cambiar de perspectiva para lograr agradar a tus seres queridos dentro tus posiblidades y sin ansiedad. Para lograrlo, la clave está en regalar con propósito, es decir, olvidar el ego para regalar por sentirte satisfecho o quedar bien. Hacerlo requiere que una vez hayas decidido a quienes vas a obsequiar, pienses un poco en esas personas, sus verdaderas necesidades y sus gustos, por sencillos que puedan ser.
Por ejemplo, a esa amiga que nunca contesta las llamadas porque a cada rato su teléfono se queda sin batería, puedes regalarle un cargador para el carro. Aunque cueste $10, demuestra que estás pendiente de su despiste y hasta la harás reír, indica la doctora. Asimismo, si tu mejor amigo o tu papá empezó una rutina de ejercicios, cómprale un pantalón o una camiseta y escríbele un mensaje que le anime a continuar con su meta.
Otros detalles significativos los pasamos por alto sencillamente por el exceso de prisa o porque no nos detenemos a observar un momento la relación con esa persona, qué es lo especial de él o ella, qué podemos hacer por ellos para aliviarles en vez de necesariamente salir del paso con cualquier artículo en especial.
En su lugar, puedes cocinar para tus amistades o familiares un postre o comida favorita. Mejor aún, saca el tiempo para tener con ellos alguna experiencia nueva (una clase de baile, de yoga o de cocina, ir a kayakear o de road trip). También puedes ayudarles con alguna tarea, como puede ser el cuido de los hijos para permitirles un rato de diversión libre de responsabilidades. Si sabes hacer un presupuesto, organizar armarios, asesorar sobre moda o nutrición, regálale a tus amistades ese talento por unas horas o un día.
“Tener un propósito en mente evita que compres en exceso o innecesariamente”, explica la doctora, al afirmar que una señal de que compras en exceso es ir de forma desorganizada a llevarte de la tienda un montón de artículos “sólo por si acaso” que después ni siquiera llegas a devolver.
La doctora María Santos, sicóloga clínica, añade que los compradores compulsivos- a diferencia de quienes pueden ceder una que otra vez a una compra por impulso- tienden a sentir culpa o verguenza por su falta de límites. Además, pueden llegar a ocultar sus compras, incumplir con otras obligaciones del presupuesto e incluso enfrentar problemas familiares o laborales a causa de esta práctica.
Una adicción a comprar se trata de manera similar a otras adicciones y debe ser una alerta para quienes demuestran la conducta pensar en qué otras áreas de su vida también cruzan los límites al extremo de afectar su estabilidad económica o su bienestar emocional y social.