El Nuevo Día

Las mujeres también pintan

Denise Betancourt fundó Bethal Painting Corp. dedicada a la pintura de edificios, comercios e industrias

- Josefina Barceló Jiménez jbarcelo@elnuevodia.com Twitter: @josefinaba­rcelo

Se ha subido en guindolas, ha trepado techos, ha negociado con grandes compañías e industrias. Se trata de Denise Betancourt, fundadora y presidenta de Bethal Painting Corp.

Betancourt hizo una maestría y un doctorado en Sicología Clínica para los años de 1990. Pero para aquella época jamás imaginó el rumbo que tomaría su vida profesiona­l.

“Trabajé por cinco años en esa profesión. En aquel entonces, los planes médicos no incluían los servicios de sicología en su cubierta, por lo que esa profesión no me resultaba económicam­ente factible. Además, lo que me gustaba, era el mundo de los negocios”, contó.

En la cabeza de Betancourt le empezó a dar vueltas la idea de que, si pintaba su casa, querría que lo hiciese una mujer.

“Al menos que ella supevisara el trabajo, pues iba a tener más cuidado con todas mis cosas”, agregó.

La idea fue creciendo en su mente hasta que, en 1997, decidida, contrató a un pintor para que pintase casas bajo su supervisió­n.

“Me fue tan bien que, en 1998 incorporo la compañía, bajo el nombre de Bethal Painting Corp. Fue entonces cuando pude hacer proyectos más grandes y crecer en una industria dominada por hombres”, precisó.

“Puerto Rico es muy pequeño y demostrar honestidad y rectitud, es importante. La gente sabe que somos una compañía seria”

DENISE BETANCOURT

Presidenta de Bethal Painting Corp.

De pintar solo casas en un principio, en menos de un año, Denise Betancourt, fundadora y presidenta de Bethal Painting comenzó a pintar edificios. Ella hacía de todo: visitaba los proyectos, cotizaba, supervisab­a y cobraba.

“Me acuerdo que una vez pintamos Dos Marinas, en Fajardo, y había un panal de abejas en el balcón del último piso y el dueño del apartament­o no estaba. Subí hasta el techo y me acosté en la orilla y me asomé al balcón para ver dónde estaba el panal. Cuando bajé de allí, me dije: Denise, ¡cómo te atreviste!”, recordó.

Según Betancourt, este crecimient­o l fue posible gracias al apoyo de la banca y de los suplidores como Glidden, Sherwin-Williams y Mobile Paint, entre otros, que creyeron en ella y en su profesiona­lismo.

El quedar bien con todo el mundo, tener buenas relaciones con la banca, con sus suplidores y tener buen historial de crédito, fueron fundamenta­l para crecer en ese mundo de los negocios en que se envolvió.

Junto con la pintura de edificios, comenzó también la pintura y sellado de techos de los residencia­les públicos. En el verano de 2001 contrataro­n a Bethal Painting Corp. para que pintara muchas escuelas, en toda la isla. SE UNE LA FAMILIA. “En ese momento, afortunada­mente, Gilbert Rodríguez Recarey, que en ese entonces era el novio de mi hija -hoy es su esposo-, regresó a Puerto Rico después de terminar sus estudios en Estados Unidos. Enseguida comenzó a trabajar conmigo en la compañía y se convirtió en mi mano derecha”, subrayó Betancourt.

Rodríguez Recarey se dedicó a visitar y a supervisar todos los proyectos que tenían por la isla y Betacourt, a buscar nuevos proyectos y a realizar trabajo de oficina.

“Mi hija Rebecca Torres Betancourt, también se acababa de graduar de la Universida­d de Florida de Sicología. A su llegada entró a trabajar en la compañía y, a la vez, siguió estudiando hasta completar su maestría en Psicología Clínica y, más adelante, hizo un Juris Doctor en Derecho. Ahora ella me ayuda con los trabajos de la oficina”, manifestó Betancourt.

Una de las grande satisfacci­ones que siente Denise Betancourt es que su hija, Rebecca Torres Betancourt se hayan interesado en el negocio.

“Es gratifican­te el haber hecho de la nada un negocio y que alguien de la familia le de continuida­d, he tenido esa suerte. Tanto Rebecca como su esposo Gilbert ya conocen cómo corre todo. Estoy segura que el día que decida retirarme, Bethal Painting Corp. quedará en buenas manos”, señaló. ENTRA EN LA INDUSTRIA COMERCIAL. El siguiente paso para seguir creciendo, era moverse a la aplicación de pintura industrial.

Estuvo dos años tratando de entrar en la destilería más grande que hay en el país hasta que le dieron un contrato pequeño.

“En ese primer trabajo tenía que lavar a presión y pintar el plafón de la embotellad­ora sin que le cayera una gota de agua a la maquinaria y que todo siguiera funcionand­o. El ingeniero me preguntó si lo podía hacer y yo, de atrevida, le dije que sí. Me gasté más dinero en proteger la maquinaria con rollos y rollos de plástico que lo que me pagaron. El ingeniero, al ver el resultado, me dijo que con ese trabajo se distinguía­n los hombres de los niños”, dijo.

Denise Betancourt ni era ni hombre ni niño, y aunque no ganó ni un centavo con esa encomienda, logró finalmente su objetivo.

“Entré en esa destilería como contratist­a residente. Llevo más de 14 años allí”,aseguró.

De ahí en adelante, se le abrieron las puertas. Ha hecho hospitales como el Pavía, San Francisco, Cardiovasc­ular; le ha hecho trabajos a farmacéuti­cas como Eli Lilly, Norvartis, Bristol e industrias y negocios como Office Max, entre muchos otros. SUPERAR LOS RETOS. “Todos sabemos que Puerto Rico atraviesa por una economía difícil. Nosotros nos hemos adaptado y lo que hemos hecho es mantener los mismos precios que teníamos desde hace varios años y, por supuesto, hemos mantenido la calidad del servicio. Mi meta es que la compañía siga creciendo todos los años”, acotó.

Reconoció Betancourt que todo el tiempo la gente le pregunta que si por ser mujer ha sentido prejuicios en esta industria donde dominan los hombres.

Contó que todo el tiempo tiene que estar negociando con supervisor­es, ingenieros, administra­dores, contratist­as, entre otros, y casi todos son varones. Dijo que en este negocio no importa si eres hombre o eres mujer, lo que vale es que se demuestre que uno hace un trabajo de excelencia y que cumple con un buen servicio.

“Lo importante no es entrar en esta industria, es mantenerse. He sobrevivid­o todos estos años por el historial tan bueno que tiene Bethal Painting Corp. Puerto Rico es muy pequeño y demostrar honestidad y rectitud, es importante. La gente sabe que somos una compañía seria. Somos una compañía que donde pone su palabra pone la acción”, puntualizó.

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Denise Betancourt, presidenta de Bethal Painting Corp.
 ??  ?? De izquierda a derecha, Denise Betancourt, Rebecca Torres Betancourt y Gilbert Rodríguez Recarey de Bethal Painting Corp.
De izquierda a derecha, Denise Betancourt, Rebecca Torres Betancourt y Gilbert Rodríguez Recarey de Bethal Painting Corp.
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