Olvidemos los nombres
LEO EN LA prensa del País cómo los legisladores se esfuerzan por presentar proyectos de ley. Demás está decir que la gran mayoría son absurdos, inútiles y nada efectivos.
De nada sirve desperdiciar energía, tiempo y dinero en cambiar el nombre del Centro de Convenciones Pedro Rosselló a “fulano de tal muerto” cuando en las calles del País se suscita a diario una guerra de poderes; cuando en las canchas se matan jóvenes por una falta personal en un juego de baloncesto; cuando en un hogar cualquiera una madre congela a su bebé por más de cinco días, y la lista podría continuar. De qué sirve cambiar el nombre al sistema de transporte integrado de AMA a ANA cuando tenemos una de las tasas más altas de analfabetismo, criminalidad, drogadicción, intolerancia y corrupción. No es tiempo de AMA’s y ANA’s, de Pedro Rosselló, Centro de Convenciones, fachadas, casas lindas, patios lindos y dentaduras blancas. Es tiempo de tú y yo, quién eres, que sientes, cómo te he ofendido, cómo te puedo ayudar.
Señores senadores, señores y señoras ciudadanos y ciudadanas; ¿dónde están nuestros intereses? ¿Dónde esta nuestro empeño? El País colapsa, no por falta de dinero; colapsa por falta de trabajo, compromiso y voluntad de todos. Desde el que propone cambiar el nombre de Pedro Rosselló al Centro de Convenciones hasta del vecino que permite que su perro defeque en el patio del otro.
¿Dónde y cómo queremos vivir los años que nos restan de vida? ¿En un lugar con Centros de Convenciones con nombres rimbombantes, y grandes sepulcros? ¿En un lugar de grandes fuentes, grandes plazas y grandes centros comerciales donde vagan cuerpos vacíos, inertes, faltos de humanidad? KARILINE DÍAZ NEGRÓN
SAN JUAN