Firme rechazo a la intervención
China pide respeto a soberanía en sesión de la ONU
GINEBRA - Rusia y China siguen frenando los intentos de la comunidad internacional de buscar una solución a la situación humanitaria en Siria al liderar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a un grupo de países que rechaza “toda injerencia” en ese país.
El Consejo de Derechos Humanos realizó ayer la primera parte de un debate especial sobre la situación en Siria en el que se debe votar una resolución presentada por Turquía y Catar que solicita acceso humanitario al país árabe y condena la feroz represión del régimen de Bachar al Asad.
Rusia, China, Cuba, Venezuela y Ecuador intervinieron en el debate para denunciar “la politización” de la ONU y rechazar cualquier intervención extranjera, argumentando que es responsabilidad única de los sirios -tanto del Gobierno como de los grupos de la oposición- el acabar con el conflicto.
“Ante todo, debemos respaldar la integridad territorial y la soberanía de Siria”, afirmó Qui Xiaoxia, segunda jefa de la delegación china en la sesión.
“La politización del debate no va a contribuir a solucionar la crisis”, dijo, por su parte, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Guennadi Gatílov.
Más allá fueron los representantes de Cuba y Venezuela, que acusaron “a las potencias imperiales” de estar detrás de la violencia en Siria y acusaron a estas naciones de querer propiciar a toda costa la caída del líder sirio, el argumento usado por Damasco para restar legitimidad a la sesión del Consejo.
“El único objetivo de este periodo de sesiones es atizar las llamas del terrorismo y potenciar la crisis en mi país con medidas de apoyo a los grupos armados”, manifestó el embajador sirio, Faisal al-hamwi, que tras su intervención abandonó la sala del Consejo.
Al-hamwi consideró que detrás de la presión de la comunidad internacional para que Damasco permita la entrada en el país de organizaciones de asistencia humanitaria está el deseo de injerir militarmente en Siria y propiciar un cambio de régimen.
Algo que no negó la representante de EE.UU., Esther Brimmer, quien insistió en que el presidente sirio renunciar.
“Todo el que escuchó al embajador sirio se dará cuenta de que sus comentarios estaban lejos de la realidad, y eso es reflejo de lo que está ocurriendo con el propio régimen de Bachar al Asad, al mantener un falso referéndum en medio de una crisis humanitaria”, dijo.