Una historia de suspenso con un trasfondo social y racial
Conversamos con Natalie Portman, una de las figuras de esta serie sobre misteriosos asesinatos ocurridos en los años 60.
Protagonizada por Natalie Portman y Moses Ingram, “Lady in the Lake” sigue la vida de dos mujeres separadas por el nivel socioeconómico y el color de piel, pero unidas por sus deseos de encontrarse a sí mismas. Al menos una lo consigue, porque desde la premisa una de ellas investigará la muerte de la otra, cuyo cadáver es hallado en un lago. pero la víctima, desde lo inevitable de su situación, también tiene una historia que contar.
Esta víctima es Cleo Johnson (Ingram), afroamericana que trabaja para un mafioso de la ciudad de Baltimore en la década de 1960. La serie cuenta su historia desde antes de ser hallada sin vida, como una madre de familia que busca lo mejor para sus hijos.
Paralelamente conocemos a Maddie Schwartz (Portman), ama de casa judía que un día decide abandonar a su esposo y perseguir su pasión por el periodismo; lo consigue con el caso de Tessie Durst, niña de 11 años hallada muerta a la orilla de un lago. Precisamente la serie destaca la diferencia –con tintes racistas– entre la cobertura periodística entre la muerte de la niña y la de Cleo.
—Problemas atemporales—
En una mesa redonda con medios internacionales en la que participó El Comercio, Natalie Portman reflexionó sobre varios aspectos de “Lady in the Lake”, como la forma en la que el mundo trata a las mujeres. “Hemos hecho un montón de progreso desde los años 60, pero aún hay mucho por avanzar. Hay demasiados ecos del mundo actual en la serie: desde el hecho de que tener hijos puede ser un obstáculo para tener una carrera, hasta cómo el sesgo contra las mujeres afecta su trabajo”, señaló.
La vida de las protagonistas, además, tiene paralelos con sus personajes. Portman creció en un entorno privilegiado; Ingram, en una familia con carencias. La primera consiguió la fama de niña por “León, el profesional ”(1994); la segunda tuvo que conseguir una beca tras otra para cumplir sus sueños.
Curiosamente, ambas han actuado en la saga “Star Wars”; Portman en la trilogía de precuelas desde “La amenaza fantasma” (1999), e Ingram en “Obi-wan Kenobi” (2022). No obstante, solo esta última sufrió insultos racistas por los seguidores de la franquicia de ciencia ficción. Menuda diferencia.