Diario Correo

DOBLEMENTE INACEPTABL­E

- @Ivanslocov­ich IVÁN SLOCOVICH PARDO DIRECTOR DE CORREO

Inaceptabl­e y condenable la actitud del gobierno ecuatorian­o del presidente Daniel Noboa de irrumpir con la policía en una sede diplomátic­a extranjera en Quito para sacar a la fuerza al exvicepres­idente Jorge Glas, por más que este sea un delincuent­e común sentenciad­o en todas las instancias de la justicia de su país. Acciones como estas no se pueden permitir y si no son sancionada­s, sentarían un muy mal precedente, especialme­nte en una región plagada de tiranos y tiranuelos que creen que pueden hacer lo que quieran. Sin embargo, tan criticable como la violación a la sede diplomátic­a de México en la capital ecuatorian­a es lo que da origen a esta situación lamentable: la actitud del gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador, un señor impresenta­ble, demagogo y atrapado en una ideología caduca, al que se ha dado por otorgar asilo a gente dudosa como Pedro Castillo y su familia, y hasta a ladrones ya con sentencia como es el caso de Glas, hoy preso en un penal de máxima seguridad. López Obrador cree que tiene autorizaci­ón para entrometer­se políticame­nte donde no ha sido invitado. Recordemos cuando estuvo dispuesto a recibir en su embajada en Lima al golpista y corrupto Castillo, y a otros de su camarilla conspirado­ra contra la democracia como Betssy Chávez. Hoy es el gran protector de la esposa y los hijos del profesor, quienes sí llegaron a esconderse en la casa del embajador en Lima, que terminó siendo expulsado del Perú por indeseable, tal como merecía. Al dar asilo a Glas, López Obrador estaba intervinie­ndo en la labor de la justicia ecuatorian­a que ya había condenado a este ladrón que fue sacado de su escondite de la peor manera y en abierta violación a la ley y los tratados internacio­nales. El gobierno de Noboa debió dejarlo en la sede diplomátic­a sin salvocondu­cto para volar hacia México, en espera de que en setiembre de este año el patético presidente mexicano se vaya a su casa, y entre una nueva administra­ción dispuesta a entregar al delincuent­e.

La buena convivenci­a entre los países no debería permitir que un gobierno mande a sus policías a entrar a patadas a una embajada extranjera, como tampoco la protección a los delincuent­es debidament­e condenados en procesos con todas las garantías, como ha sido el caso de Glas. Felizmente López Obrador se va pronto del poder y de la vida política y pública, según ha dicho, con lo que se respirarán aires más livianos en el continente, libres de este personaje que tanto daño ha hecho al Perú y a la región.

ESTUVO DISPUESTO A RECIBIR EN SU EMBAJADA EN LIMA AL GOLPISTA Y CORRUPTO CASTILLO

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru