Detención domiciliaria de expresidente Uribe
BOGOTÁ (EFE, AFP). La Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó ayer la detención domiciliaria del expresidente y senador Álvaro Uribe, dentro de un proceso que se le sigue por presunto fraude procesal y soborno de testigos, informó el propio acusado.
“La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la patria”, escribió Uribe, sobre la decisión de la Corte, que sin embargo no ha hecho aún un anuncio al respecto.
El caso que priva de la libertad al hombre que gobernó Colombia entre 2002 y 2010 comenzó en 2012 cuando acusó de manipulación de testigos al senador Polo Democrático Alternativo (PDA, filocomunista) Iván Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo (grupo armado que combatió a los narcoguerrilleros comunistas de las FARC y otros).
El exmandatario terminó enredado en un giro insospechado de los acontecimientos.
En 2012 presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos.
Uribe sostiene que Cepeda –uno de sus mayores adversarios políticos– contactó a exparamilitares presos para que lo involucraran en actividades presuntamente criminales de esos grupos.
Pero la corte se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y, en cambio, decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario, acusándolo de lo mismo: manipular testigos contra su opositor.
La Corte Suprema escuchó en octubre del año pasado a Uribe y realizó otras diligencias con base en las cuales decidió este martes ordenar su detención domiciliaria.
Uribe responde al proceso penal en la Corte Suprema porque por tener fuero de senador su caso queda fuera de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que es la que se ocupa de los procesos a los expresidentes.