Alberto trata de “explicar” su condena al chavismo por violaciones de DD.HH.
APARENTE PRESIÓN KIRCHNERISTA TAMBIÉN LO OBLIGA A ACEPTAR EL PACTO CON IRÁN SOBRE AMIA
El presidente argentino, Alberto Fernández, salió ayer a intentar “explicar” la condena clara de su gobierno a las violaciones de DD.HH. por parte del chavismo, y también se desdijo de su crítica al pacto firmado con Irán por su antecesora Cristina Kirchner.
Alberto Fernández es un aliado ideológico del chavismo, pero aún más lo es el kirchnerismo, corriente que le llevó a la presidencia, y cuya lideresa, Cristina de Kirchner es la actual vicepresidenta argentina.
Así pues, sorprendió a todos cuando el representante argentino ante la oficina de los derechos humanos de la ONU, el miércoles, se sumó a la condena a las violaciones de derechos humanos del régimen chavista.
Hasta ahora, nunca habían condenado dichas violaciones, consignadas en múltiples informes de defensores de derechos humanos, con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, a la cabeza.
Tras la sorpresa que este gesto causó, ayer el mandatario argentino intentó matizar
su cambio de postura, alegando que “Argentina ratificó su decisión de preservar los derechos humanos en cualquier ámbito y gobierno”.
Además, sostuvo que la declaración de Argentina “dice lo que siempre hemos dicho: preservar los derechos humanos en cualquier lugar del mundo, estar en contra del bloqueo que padece Venezuela y pedir que sean los venezolanos los que encuentren una salida a la convivencia democrática sin interferencia de terceras potencias”.
No obstante, es de conocimiento público que nunca antes, el kirchnerismo, ni Alberto Fernández como presidente, condenaran las reiteradas violaciones de los derechos humanos del régimen chavista.
De hecho, hasta este miércoles, sostenían lo contrario, defendiendo al régimen venezolano, en consonancia con la ya mencionada alianza ideológica entre ambos. Caso Irán
Además, el presidente argentino se refirió al memorándum de entendimiento con Irán, firmado en 2013 durante el mandato de Cristina de Kirchner, el cual había atacado en su momento.
El citado pacto permitía que los principales sospechosos del atentado contra la mutual judía AMIA, altos jerarcas iraníes, no tuvieran que apersonarse ante la Justicia argentina.
Esa firma se dio en un contexto internacional de aislamiento financiero de la Argentina, y se considera que el acuerdo se dio a cambio de un eventual apoyo económico del régimen fundamentalista iraní al gobierno de Cristina.
Ayer, Alberto Fernández, en otro giro de su postura, alegó que dicho pacto trató de “destrabar el problema que había que no enviaban a los acusados a declarar”, aunque recordó que en su momento lo criticó “mucho”.
Dado que es el kirchnerismo quien permitió la presidencia de Fernández, estos cambios de postura resultan llamativos.