Fiscal habla de que invasiones se volvieron una industria fructífera
“Todos los días recibo al menos una denuncia por invasión de propiedad privada. Al parecer las invasiones se volvieron una industria fructífera”, dijo el Abog. Lucrecio
Eran cerca de las 12:00 del pasado miércoles 16 cuando en el lugar denominado Cableguy, distrito de Vaquería, Caaguazú, dentro de las tierras de la empresa Campos Morombí (de la familia Riquelme), el encargado de seguridad del establecimiento, César González Chaparro, que estaba yendo a verificar un caso de abigeo de 8 reses de la finca, es interceptado por una decena de hombres armados, quienes lo hacen descender de su camioneta y correr hacia el bosque para luego prenderle fuego al rodado. El atentado se dio, casualmente, luego de que la Fiscalía abortara, una vez más, el procedimiento de desalojo de varias familias campesinas que se encuentran asentadas dentro de las 31.000 ha que la firma posee como reserva natural bajo dominio privado, denominada Reserva Morombí.
Para conocer las razones de dicha postergación, que lleva ya unos seis meses, ABC Color dialogó con el fiscal de Curuguaty, Abog. Lucrecio Cabrera Velázquez, quien tiene a su cargo el procedimiento de cese de hecho punible (desalojo) dentro de la Reserva Morombí. “Nosotros tenemos que hacer –el desalojo– próximamente en Morombí y estamos ultimando los detalles. Hay un conflicto en ese lugar porque está ocupado y hay muchas personas que aprovechan la tardanza de las autoridades públicas de liberar el lugar para depredar la reserva”, dijo el agente.
Recordemos que Morombí es una reserva privada, pero reserva natural que por cuestión de ecología debe mantenerse en estado natural. “Es una importante reserva que está entre los departamentos de Caaguazú y Canindeyú. De ahí que resulta imperiosa la necesidad de que las personas que están adentro también entiendan que se debe respetar el medio ambiente; ellas se asientan en ese lugar y hablan de reforma agraria, pero no es la manera como debe hacerse la reforma agraria, invadiendo una reserva natural”, expresó Cabrera Velázquez.
Comentó que en este último caso la víctima del atentado, César González, cuya camioneta fue incendiada, es guardia privada de la reserva y días antes había agarrado otro vehículo que llevaba armas.
Acotó que si bien eran armas de colección, lo llamativo es que después de eso ya ocurrieron la emboscada y quema de la camioneta.
Insistido sobre la postergación del procedimiento de desalojo en la Reserva Morombí, el fiscal indicó que ahí cualquier procedimiento siempre va a requerir extremos cuidados y actuación conjunta de las autoridades, porque justamente el lugar, el bosque de la zona, “ayuda” para que pueda haber gente armada y el procedimiento se salga de control. “Por eso necesitamos asegurar todo antes de cualquier procedimiento”, dijo.
No se da abasto, ante numerosas invasiones
“Yo todos los días recibo al menos una denuncia por invasión de inmueble en esa zona, parece que ya es una industria muy fructífera para la gente invadir propiedades ajenas, y no doy abasto para realizar la cesación de hechos punibles, porque ni siquiera si hago uno por semana, no doy abasto. Hay demasiada gente que no respeta la propiedad privada y después yo realizo el procedimiento y el fiscal es el responsable de los hechos Cabrera Velázquez, fiscal de Curuguaty. Sin embargo, en la Reserva Morombí existe un retraso importante en el desalojo de asentamientos campesinos, según admitió. punibles que ellos realizan, nos atribuyen cualquier hecho para poder de esa manera tratar de desacreditar nuestro trabajo y amedrentar o influir en nuestro estado de ánimo para no realizar otros procedimientos. Pero el fiscal tiene que ser valiente, aplicar el derecho y cuidar todos los detalles para que salga todo bien”, enfatizó.
Según lo resaltado, en Morombí se están cuidando todos los detalles para que nada salga mal y después “tengamos que lamentar o que se aprovechen las circunstancias para desestabilizar al actual Gobierno”.
La información de inteligencia de la zona refiere que los invasores de campos Morombí están armados, pero se pedirá otro informe más detallado a Inteligencia de la Policía Nacional para asegurar los datos y actuar en consecuencia.
“En síntesis, Morombí tiene que ser desalojada y entregada a los dueños así como manda la propiedad privada. El problema es que detrás de cada invasión hay fuerzas foráneas, gente con poder político y económico que instrumentan y utilizan a los campesinos para realizar las invasiones. Entonces muchas veces es humanamente imposible evitar enfrentamientos por más buena voluntad que exista de la Fiscalía”, resaltó.
Para el agente fiscal demostrar miedo ante la necesidad de un desalojo solo repercute en que los invasores incursionen más en el lugar y, además, alienta a otras personas a hacer lo mismo, atropellando el derecho a la propiedad privada. “Por eso mi prédica es siempre que se respete el derecho, que se respete la ley, que se haga partícipes a todas las instituciones involucradas, pero que se realicen los procedimientos de desalojo”, concluyó Cabrera.