Altas condenas e imputación por “gatillo fácil”
Un Tribunal condenó ayer a 20 años de cárcel al suboficial Jhonie Orihuela y a 11 años al comisario Jorge Zárate, por el procedimiento irregular que realizaron el 13 de agosto del 2016 y en el que Richar Pereira recibió un disparo en la nuca y quedó parap
Los jueces Fabián Weinsensee, Laura Ocampo y Juan Pablo Mendoza, resolvieron condenar a los efectivos policiales por el operativo que ocasionó que el joven Richar Pereira quedara paralítico.
También dispusieron que la medida de arresto domiciliario de la cual gozaba el comisario Jorge Zárate se revoque y guarde reclusión al igual que el suboficial Jhonie Orihuela, en la Agrupación Especializada.
Al respecto, en su argumentación Weisensee refirió que tanto Orihuela como Zárate sabían lo que estaban haciendo. Calificó a los dos como personas instruidas y por lo cual se considera reprochable la conducta de ambos.
Por su parte, Mendoza indicó que “la persecución en origen ha sido perfectamente legal conforme a lo que dispone el deber que debe cumplir la policía. Consideramos que es un vehículo que no estaba en condiciones de circular, sin embargo, eso no justifica toda la serie de actos que se han producido con posterioridad desde el momento que se ha entregado el señor Richar en aquella noche. La Policía tiene la obligación de cubrir, de proteger al ciudadano, para ello puede emplear armas, pero no lo puede hacer de manera arbitraria, los comportamientos que puede realizar la policía en el ejercicio de la fuerza se encuentran estandarizados, dichas descripciones que aluden al uso de la fuerza se encuentran en primer término, en la ley orgánica de la Policía Nacional, como también dentro del Código Procesal Penal y dentro de una prueba que se ha producido durante esta audiencia, consistente en el manual de empleo de la fuerza. Nosotros hemos notado que en prin- cipio aquí se produce una persecución de la cual no se dio alarma por radio a las demás comisarías, tampoco se le dio noticia a otras patrulleras para que estas pudiesen acudir a cubrirlo”.
Con relación a la confabulación entre Orihuela y el comisario Zárate para montar un escenario de culpabilidad a Richar, el juez Mendoza tomó en cuenta el testimonio del comisario Tomás Cristaldo –jefe del área metropolitana– quien explicó sobre el informe recibido.
Cristaldo refirió que Zárate le reportó que una persona que fue objeto de persecución realizó disparos contra la patrullera y que luego del intento del suboficial Orihuela por controlarlo y dominarlo, el supuesto agresor sacó un arma de la cintura y disparó al policía.