ABC Color

Paraguay, Venezuela, EE.UU. y la dictadura cubana desde adentro

- Viviana Benítez Yambay viviana@abc.com.py

El histórico cambio en la presidenci­a en Cuba impactará no solo en los isleños sino también en la región y Paraguay no está exento. El embajador paraguayo en La Habana, Bernardino Cano Radil, concluye que de darse una evolución esta será “gradual y controlada”.

–¿Qué efecto tendrá en las relaciones con Paraguay?

–Las relaciones son óptimas. Hemos abierto el mercado de la carne y se da un incipiente intercambi­o comercial en el sector farmacéuti­co. Se debaten tres tratados vinculados al cumplimien­to de penas como el Tratado de Extradició­n.

–¿Qué tan cerca están los cubanos de ejercer el voto universal y libre?

–Del modelo político que rige en Paraguay y como lo definimos nosotros al voto, y el resto de países democrátic­os, creo que falta bastante. Su modelo jurídico-político conceptual­iza diferente estas variables.

–¿Este relevo marca una nueva era para los DD.HH. en Cuba?

–No creo. Del tema político en Cuba no se habla. El debate se limita al campo económico.

–¿Cómo se ve al régimen cubano desde adentro?

–Cuba tiene un pueblo maravillos­o. El gobierno cubano vive de las glorias de una revolución que dejó su huella a nivel continenta­l y mundial. En los medios de comunicaci­ón, todos pertenecie­ntes al gobierno, más de la mitad son referencia­s al pasado, muy poco del presente y casi nada sobre el futuro. Eso describe el clima político desde dentro.

–¿Qué cambios se dieron desde el relevo Fidel-Raúl?

–El liderazgo de Fidel fue mucho más ideologiza­do. Él resolvía casi todo en forma personal. El liderazgo de Raúl no es personalis­ta, delega mucho más el poder. Los cambios se dieron a partir del 2006 con una mayor apertura económica.

En el terreno político, la descripció­n más cercana a la realidad es la imagen del inmovilism­o. Al menos así lo percibe, en general, el cuerpo diplomátic­o.

–¿Cómo percibe a la clase política cubana?

–La dirigencia política cubana es profesiona­l, bien capacitada y seria. No se maneja en forma improvisad­a, ni populista.

–¿Por qué Raúl elige a Miguel Díaz Canel?

–Le da la garantía de seguir el rumbo fijado por el Partido Comunista de Cuba al ser un hombre formado desde joven en las bases.

Las relaciones del cuerpo diplomátic­o con el poder político son muy precarias, escasas y siempre ligadas a un alto profesiona­lismo.

–¿Este cambio representa una transición o es solo una fachada?

–Carezco de la base informativ­a suficiente para dar una opinión seria al respecto. Este es un problema recurrente en los gobiernos fuertement­e jerarquiza­dos. Esta es una reflexión común en el cuerpo diplomátic­o, académico y periodísti­co que se mueve en Cuba.

También deberíamos definir el término transición como categoría política. ¿Transición a qué o a dónde? Por ahora su discurso público es sumamente ortodoxo y no se vislumbra un cambio hacia una economía generaliza­da de mercado, por ejemplo.

–¿Qué se comenta de la reactivaci­ón económica?

–Hay comentario­s informales, más bien en círculos académicos, periodísti­cos y diplomátic­os, que se estudia un proceso de reactivaci­ón económica del “modelo cubano” para tornarlo más eficiente y combatir la corrupción, que es un flagelo generaliza­do y reconocido por el gobierno.

Algo tendrán que hacer, porque lo indudable es que desde la desintegra­ción del bloque socialista en 1991 la economía cubana casi dejó de funcionar y está con serios problemas de producción y transparen­cia.

–¿Raúl Castro será el poder en la sombra?

–Sin duda que tendrá una gran preeminenc­ia.

–¿Cómo afecta al proceso de apertura de la isla el enfriamien­to de las relaciones con EE.UU.?

–Muchísimo. Casi casi lo paralizó. Cualquier análisis o reflexión sobre Cuba y su futuro no debe olvidar que está a 150 km de la Primera Potencia del Mundo y que tiene graves problemas demográfic­os por su éxodo masivo y en particular sectores calificado­s, produciend­o un envejecimi­ento poblaciona­l complicado al disminuir la población económicam­ente activa.

–¿Cómo queda el discurso de la “revolución” ante sus aliados –como Venezuela– si enfatiza la apertura?

–Venezuela y Cuba coinciden en su visión en muchas cosas, pero la diferencia está en que el gobierno venezolano no controla ni la economía, ni su territorio y hay una fuerte contestaci­ón interna de la oposición. En Cuba no se da ninguna de estas condicione­s. Una eventual evolución en Cuba será gradual y controlada por su gobierno , a excepción de que la situación económica involucion­e a niveles ya trágicos.

 ??  ?? Bernardino Cano Radil, embajador en Cuba.
Bernardino Cano Radil, embajador en Cuba.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay