“Carnean” y queman narcoavioneta estrellada en maizal de Pedro Juan
Una avioneta que aparentemente transportaba drogas fue vaciada, “carneada” e incendiada luego de que se estrellara en un maizal del departamento de Amambay. El accidente aéreo no habría dejado víctimas. La nave siniestrada fue descubierta ayer.
PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional). Los restos de la aeronave fueron localizados en un campo de maíz en la colonia Ybypé, a unos 10 kilómetros del centro de esta capital departamental, en una patrulla de rutina del puesto policial de la zona.
La máquina fue encontrada ya sin el motor ni otros accesorios que podrían haber ayudado a identificar su matrícula o procedencia, según el reporte recibido en la Jefatura de Policía de Amambay.
Lo que los agentes presumen es que la nave fue quemada para borrar cualquier rastro que conduzca a los responsables operativos y logísticos de la narcoavioneta.
Los efectivos intervinientes indicaron que, por la forma en que fue hallada la aeronave, el accidente aéreo pudo haberse registrado ya hace semanas o incluso meses, pero que nadie había llegado hasta ese punto específico.
Todo indica que el piloto de la nave habría realizado un aterrizaje de emergencia en medio del maizal y que los dueños de la máquina, que se presume serían narcos de la frontera, llegaron al lugar para retirar el motor y las demás piezas, siempre con el objeto de que no sea identificada.
En su informe, los policías también consignaron que no se hallaron restos humanos en el lugar de la caída, lo que sustenta la hipótesis de que el piloto y los tripulantes sobrevivieron y que después pidieron auxilio.
Teniendo en cuenta que el accidente aéreo nunca fue denunciado, todo supone que la nave podría haber transportado una carga de droga en el momento de la caída y que los dueños habrían retirado el estupefaciente en vehículos, así como las piezas de la aeronave.
Las sospechas apuntan a que la avioneta transportaba cocaína, ya que evidentemente el cargamento era mucho más valioso que la propia aeronave, a juzgar por la acción de los dueños de la mercancía que decidieron arruinar la máquina.