Luego de las elecciones de 2024
Dos
semanas después de las elecciones generales de 2024, se inician los análisis de los resultados.
Los medios de comunicación, a través de sus politólogos, emiten sus puntos de vistas, desde sus perspectivas sobre lo ocurrido, incluyendo las ofertas electorales no favorecidas y las consecuencias en sus colectivos.
El presidente electo comienza a conformar su equipo de trabajo y ya empiezan las reacciones. De igual forma inicia la transición entre las autoridades escogidas y las salientes.
La Asamblea de Diputados muestra una fragmentación, lo que obliga a un diálogo permanente, ya que ningún grupo solo alcanza mayoría, eso reforzará la democracia a través del consenso para conformar las directivas de este órgano del Estado.
Las redes sociales hacen lo propio, con su intenso activismo, algunos dicen “tener la varita mágica” para resolver los diversos problemas que requieren de solución inmediata…eso espera la ciudadanía.
Como lo he expresado en algunos medios, “la campana política ya pasó” y ahora hay nuevos personajes en el escenario y refrescan con nuevos aires el espacio político en todos los cargos, especialmente después de 90 días de intensas campañas.
En nuestro colectivo ya se iniciaron los balances a lo interno, cada uno desde su perspectiva, incluso ya hay hasta renuncias de algunos de sus líderes.
Recordemos que cada elección en una democracia liberal es una opción política, con ilusión, esperanza y compromiso. Los que perdieron, sienten una profunda decepción, perder duele; aparece el “síndrome de estrés traumático postelectoral” y se deben pasar las etapas de: negación, ira, negociación y aceptación.
Alan Steinbach afirma que no se debe presionar a las personas que se encuentran desilucionadas por las elecciones. Además, Allen McConnell, dice que todo esto se supera rápidamente “cuando empiecen a preocuparse de nuevo por las cosas del día a día, que no tienen nada que ver con las elecciones”.
Asimismo, se recomienda hacer un alto con todo lo relacionado a la derrota, incluyendo los programas de televisión, redes sociales o grupos de WhatsApp.
Ahora, por el bien del país, debemos dejar que las nuevas autoridades se organicen y tomen sus decisiones, pues para eso fueron electas.