Desapariciones, Femicidio y algo más
En días pasados a través de los diferentes medios de comunicación y redes sociales, se presentaron algunos listados con relación a mujeres, de diferentes edades, residentes en distintas áreas del país, en la condición de desaparecidas. Muchos fueron los rumores entorno a este tema, algunas de ellas fueron encontradas con posterioridad en casas de familiares. Estos acontecimientos deben ser tomados en consideración, ya que los mismos permiten trazar diferentes líneas de investigación mediante las cuales se pueden advertir las causas criminógenas primarias que pueden llegar a tener como resultado, en el tiempo, la comisión del delito de feminicidio, pero, pasando, antes por la realización de conductas ilícitas previas.
Cuando hablamos de desapariciones de mujeres, es necesario indagar primero cuáles son las condiciones de vida familiar que tiene la víctima o mujer desaparecida, todo esto con la finalidad de advertir si ha sido la violencia doméstica, la causa primaria, de la desaparición de la mujer. De esta forma, el investigador puede considerar la posibilidad de que la mujer ha huido voluntariamente del hogar y es probable que se encuentre en un lugar seguro, como, por ejemplo: la casa de algún familiar cercano.
Por otra parte, las desapariciones también pueden estar vinculadas con el crimen organizado y las mismas se llevan a cabo con la finalidad de incurrir en el delito de trata de personas (art. 546-A al 456 – E del código penal panameño). Es decir, secuestran a la mujer con el propósito de realizar con ella, ya sea dentro o fuera del país, cualesquiera de los siguientes actos ilícitos: prostitución, explotación sexual, servidumbre sexual o laboral, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, trabajos o servicios forzados, matrimonio servil, mendicidad, extracción ilícita de órganos, o adopciones irregulares, entre otras cosas.
En este mismo orden de ideas, existe la posibilidad que el motivo de la desaparición de una mujer este relacionada con la comisión de delitos sexuales, en su perjuicio. En estos casos, se debe indagar a las personas más allegadas a la víctima. No se puede descartar la eventualidad de que estos sean casos aislados y no exista relación entre ellos.
Otra hipótesis, puede ser las condiciones personales de la propia mujer, siendo una de ellas su salud mental. Es decir, ella misma, siente la necesidad de alejarse del medio y de sus familiares, con la intención de hurgar en su interior, analizarse y descubrir qué le está sucediendo y poder encontrar una solución al respecto.
En síntesis, no siempre una mujer desaparecida es delito de femicidio; debemos identificar primero los factores causantes de la desaparición y advertir las líneas de investigación criminal que se desarrollaran al respecto, formando así la teoría del caso. De tal manera, que dentro de las principales líneas de investigación podemos identificar las siguientes: presencia de la delincuencia organizada, violencia doméstica, delitos sexuales, trata de personas, ideologías políticas y, por último, situaciones de salud mental de la víctima. Luego de identificados los posibles factores que trajeron como resultado la desaparición, entonces deberemos advertir él o las clases de delitos existentes, para de esta manera determinar el tipo de relación entre la víctima y el victimario, si ésta implica una relación desigual de poder, en la cual la mujer (víctima) se encuentra en una posición de desventaja con respecto a su victimario (hombre o mujer). Si se identifican los aspectos antes mencionados podemos entonces elaborar una o varias hipótesis con respecto al caso. Una de las desapariciones, mencionadas en las redes sociales, giraba entorno a una joven, madre de dos hijos, quien había ido de paseo a un río, con ellos y su pareja sentimental. Al no retornar a casa, la pareja señala que estaba haciendo unos trabajos y que ella cuidaría los niños hasta su retorno; sin embargo, esto nunca sucedió, aparece junto a las demás mujeres desaparecidas. Al final la propia pareja se entrega y declara que, al revisar el celular de la víctima, encuentra mensajes con connotaciones sentimentales que ella no había enviado, siente celos, se enfrascan en una pelea, la cual termina cayendo la víctima al río y ahogándose. Este es un ejemplo, de cómo la violencia doméstica puede generar un femicidio.
CUANDO HABLAMOS DE DESAPARICIONES DE MUJERES, ES NECESARIO INDAGAR PRIMERO CUÁLES SON LAS CONDICIONES DE VIDA FAMILIAR QUE TIENE LA VÍCTIMA O MUJER DESAPARECIDA, TODO ESTO CON LA FINALIDAD DE ADVERTIR SI HA SIDO LA VIOLENCIA DOMÉSTICA, LA CAUSA PRIMARIA, DE LA DESAPARICIÓN DE LA MUJER.