Adiós FILTROS
El estrés es la enfermedad del siglo XXI y las redes sociales su puerta de entrada para las generaciones más jóvenes. Esto ocurre mientras que las mayores, poco a poco, se olvidan de la relevancia de una vida “sin publicar”, convirtiéndose lentamente en editores críticos de un público que tenemos... Sin haberlo solicitado
Kendall Jenner, Bella Hadid y Camila Cabello son algunas de las celebridades que tienen una cosa en común: son figuras públicas que han sido juzgadas en las redes sociales por mostrar o ser vistas con sus ‘imperfecciones’. Es con esto que muchas preguntas se abren, como: ¿desde cuándo ellas nos deben su perfección?
No, no nos deben eso ni nada relacionado a su vida. Para bien o para mal, actualmente estamos en un cruce generacional en el que se encuentran dos tipos de personas: los que han crecido con las redes sociales y las que vienen de la mano de ellas. Es por eso que la forma en la que nos relacionamos ha cambiado, así como el concepto de belleza, que ahora lidia con percepciones inesperadas. En este momento histórico, se cree que lo verdaderamente bello es lo que ha pasado por algún efecto en el teléfono, así como por el airbrush, esa foto que está alterada digitalmente se convierte en el statu quo junto al afán de tomar la imagen perfecta que no solo va acompañada con la mejor luz, sino que de manera armoniosa se inserta en un feed para crear cierta dinámica de color que está en búsqueda de likes infinitos.
La vida ‘editada’ ha llegado a causar estragos en la rutina real de algunas personas. De acuerdo a un estudio hecho por la Royal Society of Public Health del Reino Unido realizado en 1,500 jóvenes de entre 11 y 25 años, las redes sociales como Instagram y Snapchat los hacían sentirse más ansiosos e indiferentes con la sociedad. Hace algunos años se volvió popular el caso de un niño de 16 años que se autolesionó por tener esos padecimientos, ¿su causa? Las interacciones digitales.
Los efectos que tienen a nivel global pueden ser positivos, pero como todo, también tienen ese lado negativo del que aún no se habla de manera fluida. ¿El motivo? Aún se considera un área gris en la vida cotidiana, así como en diversos campos de estudio. Se podría decir que los verdaderos expertos en estas nuevas formas de relaciones antropológicas y códigos de conducta se están desarrollado. Las redes sociales son un arma de doble filo que, de no ser usadas correctamente, pueden generar un cambio repentino en el comportamiento, así como en la percepción individual de los problemas.
¿Cómo se logra una relación saludable con las redes sociales? Comprendiendo que lo real no es lo que está frente a la pantalla sino en el espejo. Entender que somos únicos e irrepetibles, y que lo peor que te puedes hacer a ti mismo es una comparación innecesaria. ¿Por qué habrías de convertirte en el mismo filtro que usan todos los demás? A veces se nos olvida que la mejor vida es aquella que no tiene filtros ni se publica en Stories...