Vanguardia

Tiempos para decidir

- ESTHER QUINTANA SALINAS

“¿ Mejores partidos? claro que sí. ¿Mejores políticos? por supuesto. Pero para eso hacen falta ciudadanos comprometi­dos, que hagan algo más que quejarse entwitt ero enlabarrad­elbar”. Ignacioesc­olar

De aquí “pa’l” real, como dicen en mi rancho, y hasta el 29 de mayo del próximo año, agárrese, estaremos las 24 horas del día inmersos en la dinámica del proceso electoral que culminará el 2 de junio del 2024, cuando vayamos a manifestar en las urnas a quienes queremos en la presidenci­a de la República, las dos cámaras del Poder Legislativ­o federal, las alcaldías, como es el caso de Coahuila, y en otras entidades federativa­s, además, gobernador­es y diputados locales. Dos procesos, el federal y los locales.

Por cuanto al federal, que es en el que voy a centrarme, en este momento, las precampaña­s arrancaron el lunes de esta semana, 20 de noviembre para ser bien específica. Si usted me permite, puntualiza­ré algunos conceptos. Empezaré por el de precampaña­s ¿qué son? La ley de la materia las define como el conjunto de actos que realizan los partidos políticos y sus militantes con el objetivo de obtener respaldo en los cargos de elección popular. Estos actos, establece la norma, incluyen reuniones públicas, asambleas, marchas, y en general, todas las actividade­s de propaganda dirigida a sus simpatizan­tes o a todo un electorado.

Quienes aspiren y suspiren a un cargo de elección popular deberán apegarse a una serie de lineamient­os. Transcribo lo establecid­o por el INE: “Los elementos de propaganda deberán indicar de manera expresa y visible, por medios gráficos y auditivos, en su caso, el partido, la calidad de la persona inscrita, así como la denominaci­ón que se dé al proceso político respectivo y deberán estar dirigidos únicamente al ámbito de desarrollo del referido procedimie­nto”.

La presidenta del INE ha sido enfática en cuanto a esto: “Todos sabemos que cuando comienzan las precampaña­s, después de un proceso fuerte, político, que se da una reforma y viene la etapa de precampaña­s, la implementa­ción de estos periodos, ahí todos sabemos que no se pueden hacer propuestas de programas y proyectos de nación, proyectos políticos, ni llamados específico­s, porque es un proceso, ahora sí, un proceso interno, propio, estipulado en la ley, y tienen que atenerse a eso”. Lo destaco porque es fundamenta­l que, como electores, lo tengamos bien claro. ¿Por qué? Pues porque por las “vísperas” se sacan los santos, como reza el viejo adagio. Partidos y precandida­tos que no respeten esto, ya están mostrando el cobre. Pasarse por debajo de las patas, sí, de las PATAS, porque quienes lo hacen, tienen patas, no pies, con perdón de los animalitos, ya están poniendo al descubiert­o, que la observanci­a de la ley, los tiene muy sin cuidado.

Y yo no sé usted, pero a mí ya me tiene hasta más allá de la coronilla pagarles el sueldo a rufianes que se la dan de pulcros y apestan a desvergüen­za. No quiero que lleguen al cargo ninguno más de su ralea. Este país nuestro está enfermo hasta el tuétano de consentir tantas fechorías de quienes lo han gobernado, de quedarse callado y mentar madres entre cuatro paredes, pero negándose reiteradam­ente a arrancarse el yugo. Órale, ahora es cuando. Por enésima vez tenemos la oportunida­d de cambiarle, pero de verdad, el rumbo a México.

Empecemos por asumir nuestra responsabi­lidad a cabalidad y actuemos en consecuenc­ia. Iniciemos el análisis apegado a lo que hemos estado viendo, y seguiremos viendo a lo largo de este proceso, hoy de precampaña­s y mañana de campañas. Los hechos hablan, no la propaganda pagada con nuestros impuestos. Por favor NO VOTEMOS A CIEGAS. Necesitamo­s personas competente­s para el desempeño de funciones específica­s, no incondicio­nales de quien llegue a la presidenci­a. Nada más vea la conformaci­ón del actual. Y de honestos tienen lo que yo tengo de Alberto Einstein… ¡NADA! La prueba número uno, entre muchas otras, de que no lo son, es haber aceptado un cargo que les queda ENORME.

Y no se olvide de los 628 –128 senadores y 500 diputados– legislador­es. Ya es hora de que cobremos conciencia de que esos escaños no son para colocar cuates del grupo de los dirigentes partidista­s, ni para pagar “favores”. Los senadores y los diputados son quienes hacen las leyes, sí, las leyes, las normas jurídicas con las que pueden dignificar o desgraciar la vida de los gobernados. Son el contrapeso del Poder Ejecutivo, no el alcahuete que aprueba y solapa lo que aquel les manda. Necesitamo­s que se hagan reformas de fondo, empezando por poner en su lugar al súper Poder Ejecutivo. El presidenci­alismo ha JODIDO, discúlpeme el francés, a nuestro país. Somos república, no monarquía. Necesitamo­s hombres y mujeres brillantes, con conocimien­tos para legislar, para dialogar, para consensar lo que le conviene a México, no al partido en el poder y anexos. Mire cómo andamos, hagámonos cargo de nuestra responsabi­lidad ciudadana.

No caiga en el juego de las estridenci­as electorera­s, no festine los ridículos de los aspirantes para llamar la atención. Los “likes” en las redes salen sobrando. No estamos para carnavales ni pantomimas. Abóquese, por favor, a informarse quién es quién. Ya no vote por pillos, inútiles, ni serviles. Tómelo, porque es lo que es, una falta de respeto de los partidos políticos el que lo inviten a votar por gandallas, por impresenta­bles de toda laya. Dese su lugar, usted es el dueño de México. Asúmalo y compórtese como tal. Jóvenes, muy respetuosa­mente, les pido lo mismo. Les juro que el mañana está YA, a la vuelta.

NOTA: A partir del 18 de enero del 24, ya podrán los candidatos hacer propuestas.

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