Quitan escombro; reabren al tráfico la carretera 57
Tardan 24 horas las labores para el retiro del material rocoso que obstruyó la vialidad, luego del deslave
24 horas después, la circulación de la autopista “La Carbonerapuerto México”, en el tramo conocido como Los Chorros del kilómetro 233, fue reabierta en ambos sentidos, tras el deslave ocurrido el pasado domingo.
El cierre del tramo señalado se dio el pasado domingo a las 17:29 horas, de acuerdo con información de Capufe (Caminos y
Puentes Federales) y después de trabajar en el retiro de los escombros, este lunes se reabrió a las 12:50 horas la circulación hacia Puerto México y posteriormente a las 18:00 horas, se reestableció la circulación total en ambos sentidos.
“Aut. La Carbonera-puerto México, km 233. Se restablece la circulación en ambos sentidos, tramo opera de manera normal. Maneje con precaución”, informó Capufe a través de sus redes sociales.
INCENDIO, ¿EL CULPABLE?
El deslave que cubrió la carretera en el tramo conocido como “Los Chorros” el domingo pasado y que la mantuvo cerrada por varias horas, ocurrió en el mismo lugar en el que hace un mes se suscitó un incendio, mismo que pudo haber provocado el incidente, por la pérdida de la capacidad de captación de agua de lluvia en la zona consumida por el fuego.
De acuerdo con autoridades y especialistas en temas ambientales, el incendio ocurrido el 21 de abril pasado y que dejó una afectación de 118 hectáreas, ocurrió en el mismo lugar en el que se desató el deslave que afectó la carretera 57, en el tramo conocido como Los Chorros.
Incluso, las autoridades establecieron que las condiciones de la superficie en el área quemada, pudieron facilitar el deslave, pues la zona perdió la capacidad de infiltración de agua de lluvia.
“No solamente se pierden los bosques (con los incendios) y el
aire que nos proveen, sin mencionar el hogar de fauna silvestre y regular el clima. También perdemos la capacidad de infiltración del agua de lluvia”, consideró la organización “Apoya a tu bosque local” de Saltillo.
El organismo estima que una montaña con bosque puede captar hasta 18 por ciento más agua de lluvia, capacidad que se pierde cuando la superficie se quema y no hay flora que pueda infiltrar el agua que posteriormente puede ocasionar otros daños, como el que se dio el pasado domingo.