TEMPORADA DE VACUNAS
Un especialista en vacunación infantil responde a todos aquellos que insisten en rechazar las vacunas e incluso asociarlas con el autismo
Ten la seguridad que detrás de la gran mayoría de los efectos nocivos achacados a las vacunas, solo existen coincidencias, en el tiempo y el espacio. Nada más. En la vida real, discernir si una vacuna es la responsable de un efecto adverso puede resultar muy complicado de responder, incluso para los expertos.
Es el caso de aquéllos que defienden que las vacunas son las responsables de causar el autismo, un mal que ha estado en aumento en los últimos años.
El recelo frente a las vacunas se ha convertido en un problema de los países ricos y sanos que no entienden que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Las vacunas no son las responsables del autismo.
¡Ojalá que lo fuesen! Porque entonces habríamos identificado el origen del problema y podríamos ponerle remedio.
EL MÁS SONADO
Muchos individuos que juegan con el dolor y la impotencia de las familias que tienen un niño autista, ofrecen falsas esperanzas, basándose en teorías y en remedios alternativos.
Algunas veces estos timos son obvios, como la homeopatía, la magia y los remedios supuestamente ‘naturales’. Otras veces son mucho más premeditados, elaborados, y difíciles de destapar, como el timo que montó hace algunos años Andrew Wakefield, quien ‘demostró’ que había una correlación entre las vacunas y el autismo.
Este parricida, inhabilitado de por vida y responsable de la muerte de decenas de miles de niños en el mundo, inventó un trabajo de investigación que disfrazó de informe científico, y logró publicarlo en las páginas de The Lancet, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo.
Con una prueba de tanto peso, Wakefield montó una trama para lucrar a costa del sufrimiento de muchas familias y del dinero de las grandes compañías farmacéuticas.
Sin embargo, después de estudiar a más de 90 mil niños, no se encontró ninguna correlación entre el autismo y las vacunas. Incluso se constató que los datos que inicialmente se habían publicado estaban falseados.
NO LO TOMES A LA LIGERA
Las vacunas son un tema de conversación en el cual todo mundo se siente capacitado para opinar, hablar y tomar decisiones. El problema es que cuando este tema se saca de una plática entre amigos y se dice ser opinión médica, las consecuencias son diferentes.
No vacunar es una decisión, que lejos de lo que las personas creen, conlleva riesgos reales. Los medios de información reportaron recientemente los casos del niño de Olot con difteria, de la niña de Manresa con meningitis C, y de la chica portuguesa con sarampión... Son solo algunos ejemplos de muertes evitables.
Los medios de comunicación también tienen una importante cuota de responsabilidad. Siempre hay quien aprovechando el sufrimiento de una familia por una muerte evitable debido a una vacuna, reabre el debate de la vacunación. Pero seamos claros: moral, intelectual y científicamente sería equivalente a que ante un caso de muerte por maltrato infantil, se discutiese si es positiva o no la violencia física en el entorno del niño.
NO TE PIERDAS EN ESTO
Hay mucha hipocresía con la que se maneja el tema de la vacunación. Nos rasgamos las vestiduras porque una niña musulmana vaya con burka al colegio o porque unos padres mutilen genitalmente a sus hijos por sus creencias religiosas, pero ni nos inmutamos al saber que hay niños sin vacunar en la misma guardería o escuela de nuestros hijos, cuando esto último, conlleva además riesgos directos para salud de los infantes.