Vanguardia

‘MI ESPOSA ME PIDIÓ EL DIVORCIO Y ME SIENTO MUY' AGÜITADO’

-

ESTIMADA ANA:

Mi esposa y yo estuvimos casados por más de 22 años, siempre vivimos como un matrimonio normal, con sus altas y bajas, pero saliendo adelante, por nosotros mismos y claro, por nuestra familia.

Hace más o menos unos siente años, la invité a que se viniera conmigo al negocio. Ella nunca lo había hecho, pues se quedaba en casa a atender a nuestros hijos. Ahora ellos ya están grandes y cada vez son más independie­ntes, por eso le dije que quizá era buen momento que se acercara y viera cómo funciona nuestro negocio.

Así fue, ella se involucró demasiado, más de lo que pensé y la verdad eso me hizo sentirme muy contento y orgulloso. Ella igual, el hecho de trabajar cuando tenía más de 45 fue para ella un gran reto y comprobó que es capaz de lograr metas.

Pero hace un año para acá, los problemas del negocio se los comenzó a traer a la casa, cosa que nunca he hecho. Anda de mal humor, desesperad­a y ansiosa. Con nuestros hijos se volvió impaciente y les llamaba la atención por todo, siempre poniendo como excusa que tenía muchos problemas en el trabajo. Y claro que es cierto, yo mismo lo sé, pues como usted sabe, ahora las cosas se han complicado mucho económicam­ente y los negocios se han ido para abajo, cada vez hay más cosas qué pagar y el doble de cuentas por cobrar.

Fueron varios meses en que se alejó de mi, ya no era como antes, ni siquiera cuando estábamos juntos en el negocio. Claro que había muchas horas del día en que yo me salía a cobrar, al banco, a hacer pagos o a negociar con proveedore­s y ella se quedaba a cargo.

Pero ahora lo que más me tiene preocupado y realmente me inquieta fue lo que me dijo hace algunas semanas. Me dijo que se siente muy presionada por mi, que necesita sentirse libre y que lo mejor es que nos demos un tiempo y espacio. Yo le dije que siempre ha sido así, que he respetado sus decisiones y que si la invité al negocio fue para que viera y se comprobara a sí misma, que es capaz de realizar muchas cosas, que es una persona muy hábil e inteligent­e y que me siento muy orgullosa de ella. Por lo mismo, no entiendo su actitud, pero aún con todo, accedí a su petición y desde hace un mes estamos separados y lamentable­mente, iniciamos el trámite del divorcio. Todo ha transcurri­do tan rápido, que estoy seguro que aún no me cae el “veinte”.

Hasta hoy que le estoy escribiend­o me doy cuenta que en realidad no tengo la más mínima idea del por qué sucedieron así las cosas, si nosotros éramos un matrimonio estable la mayoría del tiempo, hemos visto crecer a nuestros hijos, los hemos visto lograr sus metas y cumplir sus sueños y justo ahora, cuando más deberíamos de sentirnos felices, surge esto, ella ya no quiso estar más conmigo. No puedo evitar “agüitarme”, como dicen por ahí, ella es la mujer de mi vida, mi esposa por más de 20 años y mi novia desde hace más de 24. Ya no sé qué pensar.

FRANCISCO

ESTIMADO FRANCISCO:

Siempre es difícil pasar por una ruptura y más si son tantos los años que vivieron juntos, pero bueno, aquí ya no hay nada qué hacer, ella tomó la decisión, accediste y no queda más remedio que continuar con tu vida.

Fue muy evidente que el sentirse un poco más independie­nte, más segura de sí misma y capaz de lograr cosas, fue cuando tomó fuerzas para tomar una decisión que quizá desde antes ya había tomado pero por miedo no lo había hecho. Lo mejor que puedes hacer, a pesar del dolor que ahora sientes, es darle vuelta a la página y rehacer tu vida, pues segurament­e eso ya lo está pensando ella también, ¿no crees?.

ANA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico