Maestra reparte cartas de alumnos a damnificados
Claudia Picazo, de 25 años y maestra en una escuela privada de San Juan del Río, Querétaro, se convirtió en la emisaria de cientos de niños de diferentes edades que enviaron cartas de apoyo y solidaridad a damnificados, rescatistas, voluntarios y militares.
La maestra mensajera se ubicó frente al edificio colapsado en Álvaro Obregón 286, en la Colonia Roma, y desde una esquina repartió las cartas de los alumnos que cursan desde preescolar hasta secundaria y que quieren solidarizarse con los damnificados.
Claudia, maestra de inglés, contó cómo primero, como un ejercicio escolar, pidió a sus alumnos que pusieran en un papel un mensaje a los damnificados de los sismos de la Ciudad de México, cuyas imágenes veían por todos lados.
Los niños escribieron de esa forma lo que sentían y querían decir a los damnificados y quienes los ayudaban.
Primero en sus hojas de cuaderno, luego papel especial, hicieron sus sobres a mano, los mandaron, los sellaron y esperaban que llegaran a sus destinatarios.
Lo que empezó como un ejercicio escolar se convirtió en una campaña en plazas públicas y otras escuelas, alrededor de 15, que lograron recopilar más de mil 400 cartas.
“Decir Hola buen día está de más (...) Es una pena todo lo que está pasando en el mundo, y la verdad no tengo las palabras indicadas para decir que lamento muchísimo lo que ha pasado”, escribió Dariana.
Algunos mensajes no tienen firma, pero todos están escritos a mano.
“Queridos afectados del terremoto (...) les quiero dar mi apollo por toda la trajedia que sufrieron (...) estimado mexicanos”, escribe otro estudiante de primaria.
Cuando me preguntaron si los iba a llevar, me quedé pensando. No pude dormir (...) No tenía dinero para el viaje, ni para gasolina, pero pensé :tenemos pluma, papel y el corazón que es lo que traemos”, contó la maestra.