Impera desinformación
Familiares de víctimas por el sismo están frustrados por la falta de informes de parte de las autoridades
Los equipos de búsqueda siguen excavando entre los escombros con la esperanza de encontrar sobrevivientes bajo los edificios derrumbados de la CDMX, pero a una semana del sismo de 7.1 grados que dejó 325 muertos en todo el país, la normalidad está lejos de llegar a las zonas más afectadas.
El riesgo de colapso de nuevas construcciones es real: el domingo por la noche, la cúpula de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, que quedó dañada con el sismo del 19 de septiembre, se rompió por la mitad y se cayó.
Vecinos nerviosos continúan llamando a emergencias al ver nuevas grietas en sus viviendas.
Autoridades necesitaban inspeccionar el 98% de escuelas públicas y privadas de la capital y que sólo 103 de las 9 mil que hay podían reanudar las clases.
El gobierno anunciará a diario en redes qué escuelas podrán reanudar su actividad.
TEMOR Y DESESPERACIÓN
Mientras tanto, las operaciones de rescate seguían activas en al menos tres puntos, dos edificios de departamentos y uno de ofici- nas, pero la esperanza disminuye cada vez que los equipos tienen que retirarse por la inestabilidad de los escombros o por las lluvias.
Las familias amanecieron el lunes sumidas en una terrible desesperación ante la falta de noticias. Sólo les animaba ver que los equipos de rescate seguían trabajando con intensidad.
Ciudadanos se quejan de la falta de información oficial y de que no les avisen cuando rescatan algún cadáver.
“Hay mucha desconfianza hacia las autoridades”, indicó Hugo Luna, quien tiene una prima atrapada en los escombros.
De hecho, la psicóloga social Mariana Castilla, voluntaria en el campamento frente al edificio de oficinas derrumbado, decía que uno de los problemas que estaba dañando a las familias era la falta de información clara y la proliferación de rumores.
El olor a muerte que emanaba ya de esas ruinas intranquilizaba aún más a la gente y algunos de los expertos advierten que dentro de poco el problema pueden ser las epidemias.