¡LLEVE NARANJAS DE PARAGUAY!
No tener ningún deseo sexual no es algo raro, afecta a más personas de las que cree y no, no está relacionado con problemas de disfunción eréctil, es sólo que eso de echar pasión no les llama para nada la atención.
Si usted caballero no es ni jarioso ni calenturiento, es más, no tiene ganas del delicioso o de unas pajitas para nada, déjeme decirle que esa falta de deseo sexual podría estar relacionada con un desequilibrio químico. De hecho, hace poco se llevó a cabo un estudio sobre el trastorno del deseo sexual hipoactivo, o TDSH. El interés de los expertos era inyectar kisspeptina, una hormona sexual natural, a los participantes en su estudio, para ver si aumentaba su deseo sexual.
Se dice que la kisspeptina es clave para la reproducción; sin niveles adecuados de esta hormona, por ejemplo, los niños no llegan a la pubertad. Los expertos creen que el TDSH afecta al menos a 10 por ciento de las mujeres y hasta a 8 por ciento de los hombres, aunque esas cifras pueden ser bajas, según Stanley Althof, profesor emérito de una Facultad de Psicología al Sur de Florida.
Ni fú ni fá
Para poder diagnosticar este trastorno, la persona no debe tener otros problemas que puedan causar un cambio en la libido, como disfunción eréctil o eyaculación precoz. Perder el interés debido a problemas de rendimiento es habitual, pero el TDSH es algo en específico. Es una ausencia de pensamientos eróticos y una falta de deseo sexual que tiene que estar presente durante seis meses.
Tampoco puede explicarse mejor por otro trastorno u otros factores estresantes: no puede deberse a una depresión. No puede deberse a una mala relación. No puede deberse a tomar un antidepresivo.
Hay que tener en cuenta que un hombre o una mujer deben tener una angustia clínicamente significativa para tener TDSH, según dijo el psicólogo clínico Dr. Sheryl Kingsberg. A algunas personas no les molesta su falta de interés por el sexo, por lo que no necesitan ser tratadas por TDSH.
No paraguas
Ahora bien, recuerden que muchas sustancias afectan nuestra sensaciones y comportamiento sexual, tal como las medicinas para la diabetes o la hipertensión, que provocan un bajo rendimiento sexual y sobre todo muchas veces un deseo nulo. Pero ¿qué creen? Ahora están en el banquillo de los acusados las pastillas anticonceptivas.
Resulta que en una transmisión se juntaron dos actrices de Hollywood y confesaron que nunca habían tenido un orgasmo sexual hasta que dejaron de tomar píldoras anticonceptivas hormonales. ¡Tómala!
Según la doctora Elisabeth Gordon, psiquiatra de salud sexual en Nueva York, es muy común que personas con genitales femeninos tengan dificultades en alcanzar el orgasmo. Sin embargo, asegura que la evidencia sobre si las pastillas anticonceptivas provocan esos problemas es mixta.
La doctora segura que la mayoría de las personas que toman pastillas anticonceptivas no llegan a experimentar ningún cambio en su deseo sexual y tampoco en el hecho de alcanzar o no orgasmos, pero que ha crecido poco a poco el número de mujeres que reportan la ausencia de orgasmo mientras toman pastillas anticonceptivas.
Ella explica la forma en que funcionan las píldoras combinadas con progesterona y estrógeno que previenen la ovulación. No ovular podría significar no tener el aumento de hormonas en un ciclo menstrual que motiva a alguien a tener relaciones sexuales para que la especie pueda seguir reproduciéndose.
Y agrega otra teoría: “podría ser que la píldora, que contiene estrógeno, aumente una proteína en el hígado que se une a la testosterona, lo que significa que hay menos testosterona libre en el torrente sanguíneo y, por lo tanto, potencialmente menos deseo sexual o más dificultad con el orgasmo”