Hacia un círculo vicioso
Reducir el presupuesto para infraestructura por el débil crecimiento sólo profundiza la crisis económica y genera un círculo vicioso.
Siguen recortes en gasto para obra pública en 2020; mal augurio para la economía.
La inversión en obra pública pierde terreno ante el gasto corriente en 2020.
Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para el próximo año, el gasto en inversión asciende a 759,868 millones de pesos, equivalente a 2.9% del PIB, y es 5% menos en términos reales que lo asignado para este año.
De este presupuesto, 61% corresponde a gasto para obra pública, esto es, 465,039 mdp. “Este rubro se concentra en tres ramos: Pemex, CFE y SCT, que, en conjunto, abarcan 94.6%, dejando poco presupuesto para desarrollar infraestructura en otros rubros, como salud y educación, afectando el crecimiento del capital económico y humano”, señala el reporte Implicaciones del Paquete Económico 2020, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Esta reducción de presupuesto también impacta a tres de los cuatro proyectos prioritarios de infraestructura, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería Dos Bocas, que el próximo año contarán con 58.4, 64.1 y 18.3% menos recursos, respectivamente. Sólo el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec prevé un aumento.
Así, el presupuesto para obra pública es 8.1% menor que en 2019. “Lamentablemente, la infraestructura es lo que se puede recortar, porque no puedes recortar gastos fijos”, explica Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
Desde 2016, el presupuesto destinado a la inversión física está por debajo del 3% del PIB, según cifras del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados. Y desde entonces a la fecha ha caído 30%.
Esta tendencia a la baja obedece al hecho de que cada vez hay menos recursos fiscales para financiarla, el crecimiento económico ha sido mínimo, y no existe una institución que coordine la planeación y vele por la suficiencia presupuestal.
Pero el riesgo de disminuir el presupuesto para inversión física es generar un círculo vicioso. “Al no invertir en infraestructura no crece la economía, eso merma los ingresos por recaudación y eso hace que no se pueda invertir en infraestructura”, ilustra Campos.
En este mismo sentido, se manifiesta el reporte It’s Time for States to Invest in Infrastructure del think tank estadounidense Center on Budget and Policy Priorities: “La inversión estatal en transporte, edificios públicos, sistemas de tratamiento de agua y otras formas de infraestructura vital es clave para crear buenos empleos y promover la recuperación económica total”.
Las opciones
Un nuevo acuerdo de coordinación fiscal entre la federación y los estados, así como la generación de un entorno adecuado para la inversión privada en obra pública son las estrategias para compensar la escasez de financiamiento gubernamental.
De acuerdo con Campos, las transferencias de recursos a los estados no están incentivando el desarrollo de infraestructura. “En 30 años, la inversión que hacen los estados en infraestructura no se ha logrado duplicar, sin embargo, la nómina sí se cuadriplicó”.
Para 2020, el proyecto presupuestal propone por concepto de participaciones y aportaciones federales a los estados un total de 1.8 billones de pesos. Sin embargo, el CIEP subraya que en el paquete económico se prevén “muy pocos proyectos específicos de inversión por parte de la federación”.
Respecto de la colaboración entre los sectores público y privado para el desarrollo de infraestructura está “desaprovechada”. En el presupuesto, que debe ser aprobado por la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de noviembre, no se incluyen nuevos proyectos de asociación público-privada (APP).
Además, el paquete económico también plantea la eliminación de los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras), debido a que son un instrumento financiero que se ha utilizado como una estrategia para diferir el pago de impuestos.