Tiranía de la mayoría
El 7 de junio, en Palacio Nacional López Obrador recomendó La democracia en América, de Alexis de Tocqueville, “que habla de cómo se fundó Estados Unidos, y cómo fueron creando sus poderes a partir de la democracia. Todavía hay lugares en Estados Unidos en donde, si se va a podar un árbol de un parque, los vecinos se reúnen y tienen que consultar, se vota”. El libro del pensador francés, publicado por primera vez en 1835 y un año después traducido al español, fue editado por el FCE en 1957 con una espléndida introducción de Enrique González Pedrero, mentor del actualmandatario.
AMLO mencionó el libro para justificar la elección de los integrantes del Poder Judicial en la reforma propuesta por él y adoptada por su fiel sucesora. “¿A qué le tienen miedo? ¿A que el pueblo elija a los jueces? ¿A que el pueblo elija a los magistrados? ¿A que el pueblo elija a los ministros?”, dijo ese día de sismos trepidatorios en el corazón del monje, quien leyó La democracia en América en sus años de oscuro estudiante en la UNAM.
En él, en el capítulo VII de la segunda parte, Tocqueville alude a la “omnipotencia de la mayoría” en EU y sus efectos. Reconoce en la voluntad de la mayoría el origen de todos los poderes, pero no la considera infalible y se pregunta: “¿Qué es una mayoría tomada colectivamente, sino un individuo que tiene opiniones y muy a menudo intereses contrarios a otro individuo que llama minoría?”. Refiere la indefensión de los menos ante la mayoría y plantea: ¿A quién debe dirigirse la minoría cuando padece una injusticia?¿Al poder ejecutivo, a la fuerza pública, al jurado, a los jueces, si todos son elegidos por la mayoría? Por eso propone un poder legislativo “compuesto de tal manera que represente a la mayoría, sin ser necesariamente esclavo de sus pasiones; un poder ejecutivo que tenga una fuerza propia, y un poder judicial independiente de los otros dos poderes”, no precisamente electo en las urnas. Así, un gobierno será sin duda democrático, producto del voto popular, “pero no habrá casi en él posibilidades para la tiranía”. ¿Leyó ese capítulo, señor presidente?
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
¿A quién debe dirigirse la minoría cuando padece una injusticia?