Milenio

La Bitácora periodísti­ca / Capítulo VIII Las primeras compañeras zapatistas

La historia de Caro relata su vida en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y la tarea que tiene con el movimiento, pero en tierras europeas, un porvenir que desconoce; sin embargo, espera encontrar comunidade­s de lucha contra el capitalism­o

- Por la edad que tenías, todavía no te tocó la educación autónoma…

Caro cuenta que para crecer, para avanzar una lucha, una organizaci­ón como la del EZLN, tiene que haber mucho sacrificio, “como hicieron las primeras compañeras, que resistiero­n muchas cosas. Por la lucha de ellas, de las primeras compañeras, es que estamos hasta donde estamos ahorita; a nosotras como jóvenes, que somos las que estamosaho­ra,nostocahac­eryseguir creciendo en lo que podamos hacer, como en este viaje y esta tarea que ahora tenemos”.

¿A qué van a Europa? Todavía no sabemos qué vamos a encontrar allá cuando lleguemos, si hay mucha gente que nos están esperando, si nos quieren ver allá, si quieren escuchar nuestra voz, nuestra palabra y recibir la semilla que llevamos… Esperamos también encontrar otras semillas y traerlas hacia nuestros pueblos, intercambi­ar semillas de cómo es la lucha de allá y qué cosas podemos traer y sembrar.

La búsqueda y el respeto del otro es una de las cosas que distingue su lucha…

Eso es una parte muy importante, el que dentro de nuestra organizaci­ón, de nuestra lucha, entendimos que eso de la lucha no es para unos nada más, sino que es para todos, porque el sistema capitalist­a está encima de todos, no importa si eres gay o eres otroa o cualquier persona, eso viene para todos, no distingue si eres blanco eres negro y esas cosas; por eso en nuestra lucha ahí cabemos todos, porque en la lucha se necesita mucha fuerza, que luchemos juntos y dentro de nuestra lucha también hay otroas, no es como en otros lados, donde existe más la discrimina­ción de las personas por sus modos de vida, pero con nosotros no, y tenemos que demostrar cómo se hace el respeto de unos a otros, pues igual todos tenemos que respetarno­s y tenemos que luchar todos juntos.

¿Cómo ven ustedes la lucha social en este momento?

La hidra capitalist­a es el mal sistema capitalist­a que se quiere aduecomo ñardetodos­ymásdelana­turaleza que hay ahorita, es lo que a ellos les importa, o sea la vida no les importa a ellos, sí, pero solo para el bien de ellos; lo que quieren que reine es el dinero, es lo que quieren que reine en el mundo, pero nosotros no, lo vemos de otra forma, vemos que tenemos que luchar por la vida, defender a la Madre Tierra, todo lo que hay en la naturaleza, porque es lo que nos da vida, no solo a nosotros, sino que a todos los seres vivos, ya sea un insecto o sea todo lo que tiene vida; todos queremos vivir, por eso tenemos que ver de alguna forma, si se puede cambiar algo de lo que quiere hacer el sistema capitalist­a, de cómo frenarlo, porque el capitalism­o busca formas también de cómo jalarnos, nos tiran al suelo, como que nos ponen todo fácil, pa´ qué nos vayamos todos ahí. Por eso decía que, entre partidista­s y zapatistas hay mucha diferencia, ellos lo ven en otra forma, todo lo ven como que es fácil, que es bueno, pero nosotros sabemos que no, que todo es un engaño, de que parece todo ser bien, todo bonito, pero la verdad no es así.

¿Cómo ha sido tu vida en el zapatismo?

Voy a platicar un poco de mi historia personal, bueno, hasta donde me acuerdo (ríe). Yo nací ya dentro de la organizaci­ón. Cuando yo nací ya había pasado la guerra del 94, pero mi mamá y mi papá ya eran de por sí zapatistas desde la clandestin­idad, por eso solo me cuentan la historia de cómo paso la guerra del 94.

También me han platicado del 95 y la traición de Zedillo, de como sufrieron porque yo era de allá en la Zona Altos, de ahí éramos y mi mamá me platicaba como sufrieron, salieron en las montañas, o sea en la guerra del 94 todavía estaba embarazada de mí y ya en el 95, pues ya tenía yo casi un año y ahí me cuenta que me llevaba en las montañas bajo la lluvia para cuidarnose­neseañodel­atraición.

Eso me contaba mi mamá. También nos contaba la historia de cómo empezaron la organizaci­ón y cómo encontró también mi mamá a la organizaci­ón. Nos contaba cómo trabajaban en colectivo y todo lo que hacían, o sea, nada era personal, todo era colectivo, así como lo vivieron, es lo que nos contaba mi mamá, porque ella fue primero que ingresó a la organizaci­ón desde los 14 años, antes de casarse.

A los 6 años me mandaron en la escuela, pero en la Escuela Oficial, porque todavía no había Educación Autónoma. Estudié cinco años en la Escuela Oficial, hasta que llegó ya la Educación Autónoma a nuestra comunidad. Me acuerdo de que mis papás empezaban a discutir, de que si voy a estudiar todavía en la Escuela Oficial o ya voy a la Autónoma... Como ya solo me faltaba un año en la oficial para terminar mi primaria, mi papá decía que yo lo termine ya en la oficial y ya después voy a la Autónoma, pero mi mamá dice que no, que mi hija tiene que estudiar en la Escuela Autónoma, y ella fue con el maestro a decirle que me iba a sacar de ahí para estudiar en comunidad, pero me acuerdo de que mi papá nunca estuvo de acuerdo.

Yo la verdad que si quería salir, quería estudiar con los Promotores en la Autonomía, así que mi mamá me fue a sacar en la Escuela Oficial y me ingresó en la Escuela Autónoma.

Ya cuando me fui a estudiar en la Escuela Autónoma, me empezaron a hacer las pruebas hasta donde llegaba mi conocimien­to, o sea del mismo nivel de la Escuela Autónoma, y pues ahí me dijeron que faltaba mucho y me tuvieron que bajar al tercer grado, pero igual me acuerdo de cuando estaba yo estudiando en la oficial la matemática, me acuerdo de que no nos enseñaba bien el maestro, solo nos decía que tenemos que conseguir una calculador­a, o sea que nunca nos dejó trabajar nuestra mente de cómo se hace una suma, una resta, una división, sino que con pura calculador­a y así como que nunca aprendí… es ahí donde me di cuenta de que la Escuela Autónoma hay una gran diferencia, ahí los promotores sí enseñan bien, ahí aprendí hablar un poco más la castilla, porque igual no hablamos allá, solo nuestra lengua.

Lo que nos hacían hacer es un texto con español o castilla, ya lo traducíamo­s en nuestra lengua y, así pues, fue como aprendí a hablar un poco la castilla y así tuve que estudiar otros tres años más en la Escuela Autónoma, pero ahí sentí que sí aprendí más y además estudiamos toda la historia de la lucha hasta donde estábamos, todo lo que ha pasado, la historia de Chiapas, de México o sea había una explicació­n y si algo no entendías, pues podías preguntar así con más confianza, así lo sentí.

¿Y qué hacías después de clases?

Pues regresaba a casa y a veces cuidaba a mi hermanito y hacía otras tareas. Cada familia tiene su forma de vivir y cómo sobrevivir, igual tenemos nuestros animalitos, cada quien. Si es que nos hace falta algo, pues igual nos ha servido mucho para tener un poco de economía. Lo que nos haga falta, pues de ahí lo sacamos, vemos que también eso es importante y que siempre hemos tenido esos animales, en nuestra familia, pero otra cosa que recuerdo es que en esos años conocí a la Comandanta Ramona…

CONTINUARÁ…

 ?? MARÍA SECCO ?? Aspecto de la travesía del EZLN por el Atlántico. ¿Y cómo fue el cambio?
MARÍA SECCO Aspecto de la travesía del EZLN por el Atlántico. ¿Y cómo fue el cambio?
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico