Chinampas, reducto ambiental capitalino
En CdMx la zona es vital para el ecosistema porque “nos ayuda a mantener buena calidad del aire”, asegura experto en el contexto del Día de la Tierra
Las chinampas son una tradición de cultivo heredada de los mexicas y hoy se han convertido en el bastión contra el cambio climático desde Ciudad de México. Distribuidas en las alcaldías Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, hay 2 mil 200 hectáreas de este sistema, pero solo 15 por ciento se usa para producción agrícola. En tanto, hoy y mañana será la cumbre virtual contra el calentamiento global.
Las chinampas son una tradición de cultivo heredada de los mexicas y hoy se han convertido en el bastión contra el cambio climático desde Ciudad de México.
Distribuidas en las alcaldías Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, actualmente hay 2 mil 200 hectáreas de este sistema, pero solo 15 por ciento se usa para producción agrícola; otro 17 por ciento ha sido invadido por la mancha urbana, cuyo efecto negativo son los desechos y los drenajes que contaminan los cuerpos de agua
Alejandro González, coordinador de Arca Tierra, organización dedicada ala preservación de la zona, asegura que desde hace siglos se han cultivado en esta superficie flores, plantas de ornato y hortalizas: lechuga, rábano, cilantro…
“Con el paso del tiempo y el cambio en el estilo de vida se ha perdido el vínculo delas personas de la zona con la actividad agrícola”, señala.
Esta tendencia se agravó por situación que enfrenta el comercio de los productos que salen de las chinampas, porque no hay pago justo, ni hay apoyos y “ya no se ve la práctica agrícola como algo digno ”.
Sin embargo, recuerda Alejandro, la zona chinampera de CdMx es vital para el ecosistema porque “nos ayuda a mantener buena calidad del aire, por la producción de oxígeno y la captura de carbono”.
Narciso Alvarado, productor de Xochimilco, admite que vender sus productos es cada vez más difícil: “sembramos, pero no sacamos toda la cosecha, se echa a perder”.
Esta situación llevó a los productores a explorar otras formas de comercio, como entregas a domicilio, pedidos por redes sociales o por teléfono. Así nació El Tlacuache Chinampero, proyecto para comercializar sus cosechas, pero también para el rescate de este eco sistema y del cultivo tradicional.
A esta idea se han sumado jóvenesemprendedores y vecinos, que se encargan de las entregas de los productos frescos y orgánicos.
“Desde las chinampas hasta el hogar ”, dicen, yes un buen eslogan. “Son productos que no tienen químicos y cuya venta apoya al agricultor porque actualmente se les paga un precio muy bajo”, señalan.
De hecho, Lorenza Miranda, alumna del Tec de Monterrey, y David Hernández, lanzaron El Axolote, startup que apoya la distribución de las hortalizas.
Suena paradójico que un método prehispánico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, siga en pie de lucha ante al cambio climático, pero así es.