Milenio

Es Pablo quien sirve a Sánchez

- EMILIA LANDALUCE

Dice el periódico que en Unidas Podemos del País Vasco no quieren que aparezca Pablo Iglesias durante la campaña. Tampoco en la de Galicia, donde la marea de la formación ha bajado hasta situarse en cuarto lugar, según los sondeos. A Pablo Iglesias no solo le abuchearía­n en el Barrio de Salamanca, do moran bastantes pijos coquetos, sino en cualquiera de los denominado­s barrios obreros de los que Colita Morada ha huido para instalarse en su chalet conyugal. Todas las encuestas evidencian la subida de Sánchez a costa del Más País de Errejón y Carmena y, sobre todo, del descrédito de Unidas Podemos, incapaz de capitaliza­r los anuncios de ingreso mínimo vital de su vicepresid­ente, opacado por el aparente priapismo que exuda el caso Dina. ¿Acaso hay alguien que no imagine lo que custodiaba la tarjeta SIM de la asesora más allá de todos los «la azotaría hasta sangrar» referidos a Mariló Montero? Evidenteme­nte, lo que contenía el dispositiv­o de Dina era un fiel retrato del macho alfa en todo su esplendor. Con la sustancia del chúpame la minga dominga de Pablo Echenique y unas supuestas fotos íntimas de las que ahora todo el mundo se manda. Además de comentario­s como los de Mariló que reflejan al líder como un machista alfa en lugar de ese hombre no masculiniz­ado y tóxico que solía propugnar el feminismo de Podemos.

En este punto, ya no es Pablo quien sostiene el Gobierno de Pedro Sánchez sino que es Pedro quien aguanta la vicepresid­encia y los ministerio­s de Pablemos, que nececesita del poder para seguir siendo algo más allá que esa nada con ínfulas y palabros que los ignorantes interpreta­ron como intelectua­lidad.

Mientras, Pedro puede estar tranquilo con su ariete de ceño fruncido y palabras gruesas hasta que vea que ya no le sale rentable jugar la carta populista y la bolsa de votantes de Podemos esté a salvo en el PSOE. Sobre todo, cuando arrecie la crisis económica y los españoles miren a Pablo y sus ministerio­s en busca de explicacio­nes y se pregunten por qué el dinero de las familias se va al chau chau ideológico del Ministerio de Igualdad. O los motivos del recorte de las pensiones más allá de que los jubilados holandeses sean unos egoístas. Por supuesto, también veremos a Yolanda Díaz (que no debe ni de coger un mal chiste de boxeo) explicando el despido libre con el mismo descaro que los ERTE. Ahora es Pablo Iglesias quien necesita a Pedro Sánchez. Se la ha jugado pero bien.

Ahora es Pablo Iglesias quien necesita a Pedro Sánchez. Se la ha jugado pero bien

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