Histórico sin hit
Las Grandes Ligas regresaron a México con un juego en el que cuatro pitchers de Dodgers no permitieron imparable
La espera fue de 19 años, pero valió la pena y el regreso de las Grandes Ligas a México ya es un juego histórico. Hubo lluvia, dos jonrones y un imparable productor del mexicano Álex Verdugo, aunque los titulares los ocuparán el pitcher abridor novato Walker Buehler y los relevistas Tony Cingrani, Yimi García y Adam Liberatore, ya que esos lanzadores subieron al centro del diamante para tirar una joya que definitivamente no se esperaba: juego sin hit ni carrera combinado.
De esta manera volvió la pelota caliente a México con un juego de temporada regular de MLB que solo se había dado 11 veces en la historia; y el número 12 se gestó a lo largo de nueve entradas en Monterrey.
“Es algo increíble lanzar en un lugar así, con este ambiente, es increíble”, dijo Buehler después del juego. “Mi curva no me funcionó hoy (ayer), pero por eso tengo el slider, que me salió muy bien, estoy feliz de lo que acabo de vivir”.
Después que el mánager Dave Roberts decidiera hacer algunos movimientos en su rotación abridora, sacando a Clayton Kershaw y moviendo a Kenta Maeda de viernes para sábado, envió al centro del diamante a Walker Buehler, de 23 años, que este año debutó en las Mayores.
Llegó al Estadio Monterrey con solo dos aperturas, la primera el 23 de abril frente a Miami y el 28 de abril contra los Gigantes de San Francisco.
“Hubo batazos bien conectados que fueron out, la defensiva tuvo un juego perfecto, obviamente, fue una noche increíble”, continuó el lanzador.
No se sabía qué esperar de él, pero comenzó el duelo dominando a los tres primeros rivales, el cuarto le negoció base por bolas, pero a los siguientes tres también los mandó de regreso al dugout sin que le hicieran daño.
Mientras el derecho hacía ese trabajo, la lluvia empezó a caer con fuerza, parecía que todo se iba a echar a perder, el esperado día con amenaza que se parara por el clima, pero el juego siguió y había un momento mágico que se estaba trabajando.
Eso fue evidente en el tercer inning. San Diego embasó a dos hombres por medio de pasaportes y venía a batear Eric Hosmer, una amenaza que el tempranero dominio del joven lanzador se terminara y de que los Padres rompieran el cero, pero pegó una línea a las paradas cortas y después un tiro a la segunda base sirvió para completar el doble play.
Tres entradas y los locales no tenían hit ni carrera. La magia
siguió: en la cuarta, quinta y sexta el derecho de los Dodgers dominó en tres rivales.
Con nueve bateadores retirados al hilo se despidió el joven del centro del diamante del Estadio Monterrey con una gran ovación. Entonces, ya con seis capítulos de sin hit vendría el momento de la verdad para los relevos. ¿Serían capaces de mantener la magia?
Tony Cingrani titubeó un poco, dio dos pasaportes, pero apretó el brazo y evitó que se acabara el doble cero.
Yimi García dio cátedra ante tres rivales para colgar el octavo cero y Adam Liberatore completó el acto mágico también con un episodio perfecto: tres bateadores, tres outs.
Si para las Grandes Ligas fue un duelo histórico, para los Dodgers su presentación en México será inolvidable también. No duden que quieran regresar después de esa noche soñada.
Este fue el sin hit ni carrera número 23 que lanzan en su historia, pero el primero combinado; el último que habían logrado fue obra de Clayton Kershaw, el 18 de junio de 2014 contra Colorado.
Por cierto, mientras se fue cocinando este acto, a la ofensiva los angelinos consiguieron su triunfo 15 de la temporada con un sencillo de Matt Kemp en la primera entrada con el que Chris Taylor anotó el 1-0, seguido de cuadrangulares solitarios del propio Taylor y de Enrique Hernández, espalda con espalda en la segunda.
Para cerrar con un sencillo del mexicano Álex Verdugo en la sexta tanda.