Milenio

MC Escher nunca pintó un cuadro real: Judith Spijksma

Muestra inaugurada en el Museo de Frisia cuenta su vida personal

- SU INSPIRACIÓ­N, LAS MATEMÁTICA­S Y EL PAISAJE EFE/Holanda

El Museo de Frisia, en el norte de Holanda, cuenta desde el fin de semana pasado la historia personal de su hijo predilecto, MC Escher, quien se inspiró en las matemática­s para sus grabados artísticos, influidos por el paisaje italiano y por sus visitas a la Alhambra en 1936.

“Se le conoce su arte, pero pocos saben que Escher era un hombre de mundo. Le gustaba viajar y se mudó a Italia, donde se enamoró del paisaje y se inspiró para sus cuadros. Hemos querido traerle a casa con esta exposición después de 120 años”, explicó la curadora del museo, Judith Spijksma.

De nombre Maurits Cornelis, Escher nació en 1898 en Leeuwarden, se convirtió en uno de los artistas más famosos del mundo y ahora es motivo de orgullo y atención en la región de Frisia.

La exposición incluye las fotografía­s de aquel niño que acudía a la escuela forzado, al que no le gustaba estudiar pero que era “tremendame­nte bueno en las clases de pintura”, según Spijksma.

Objetos, fotografía­s, dibujos no acabados, bocetos y grabados impresiona­ntes cuentan el desarrollo de la vida de Escher, desde su juventud, pasando por la formación que recibió en Haarlem, el largo periodo que residió en Italia, y la escapada en barco en 1936 del fascismo italiano, que le llevó hasta Suiza.

Ese mismo año, en pleno comienzo de la Guerra Civil española, abandonó Suiza y viajó hacia Granada, donde visitó la Alhambra, “una experienci­a clave en su vida porque los ornamentos moriscos le permitiero­n crear sus propios patrones para fusionar seres vivos con la superficie, algo que en la realidad le parecía imposible”, añade Spijksma.

Escher plasmó su arte de inspiració­n matemática en xilografía­s, litografía­s y mezzotinto­s (tres formas distintas de huecograba­dos), es decir, “nunca pintó un cuadro real, todos eran grabados desde otra plataforma”, explica la curadora.

Sus cuadros, a tres dimensione­s, reflejan suaves graduacion­es de tono y de negros diversos, algo que logró trabajando sus ideas sobre una placa de madera o cobre, utilizando herramient­as de dientes finos, que le permitiero­n hacer la impresión final de su idea en papel, dando lugar a sus históricas obras.

El aritsta “era muy preciso, cuidadoso, sensible, siguió su propio camino y forma de hacer las cosas. Cuando trabajaba, estaba totalmente centrado. Su gran éxito fue en los años 50, cuando ya empezó a aparecer en las revistas y en otros países”, afirmó Judith Spijksma. m

 ??  ?? Sus cuadros, a tres dimensione­s, reflejan suaves graduacion­es de tono.
Sus cuadros, a tres dimensione­s, reflejan suaves graduacion­es de tono.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico