May, por garantías ante unificación de Unilever
La votación está prevista para la segunda semana de marzo, en medio de una atmósfera “emocional” supercargada por la salida de Reino Unido de la comunidad europea
Theresa May se prepara para que Unilever se decida por los Países Bajos en lugar de Reino Unido para ubicar su nueva sede unificada, después de meses de presión política de ambas partes y en medio de una atmósfera “emocional” supercargada por el brexit.
Funcionarios de Reino Unido mantuvieron conversaciones con Unilever en medio de los temores en los altos niveles de gobierno de que el grupo angloholandés de productos de consumo se encuentre cerca de decidir si establece su sede principal en Róterdam en lugar de en Londres.
Aunque no pierden todas las esperanzas de ganar la disputa con los Países Bajos, un funcionario británico que tiene información sobre las conversaciones admitió: “No sería una gran sorpresa si eso ocurre”.
Se espera que se tome la decisión final en la próxima junta de consejo programada para la segunda semana de marzo.
A principios de mes, Unilever dijo que “pronto” tomaría la decisión. Greg Clark, secretario de Negocios, y Alex Chisholm, un alto funcionario del Departamento de Negocios de Gran Bretaña, sostienen conversaciones con Unilever en un esfuerzo por garantizar que la reestructuración no tenga un efecto negativo en la economía de Reino Unido.
El lado británico espera que incluso si la nueva sede unificada se ubica en Róterdam, Reino Unido se beneficiará de otras decisiones de la gran reestructuración que planea la compañía, incluidos los trabajos de investigación.
Unilever tiene una estructura legal doble que involucra a dos matrices, dos sedes —en Róterdam y Londres— y realiza dos reuniones anuales y dos compañías que cotizan por separado.
Después de rechazar una oferta de adquisición de 143 mil millones de dólares que presentó KraftHeinz hace un año, la compañía decidió simplificar su estructura para tranquilizar a los inversionistas. Una organización única de acciones hará que la emisión de nuevos títulos o la separación de empresas resulten más sencillas; la compañía dijo que la unificación será en el mejor de los intereses de los accionistas.
Unilever emplea a 169 mil personas, con 7 mil 500 trabajadores en Reino Unido y 3 mil en los Países Bajos. Es probable que la multinacional minimice la importancia de su decisión para no quedar atrapada en una tormenta política.
Paul Pomak, su director ejecutivo, dijo al Financial Times en noviembre que el grupo delega cada vez más las decisiones a las gestiones locales y el pago de impuestos se realiza, principalmente, según el lugar donde se encuentran las operaciones. Más de 90 por ciento de sus ventas se realiza fuera de Reino Unido y los Países Bajos.
Sin embargo, decidirse por los Países Bajos como sede principal de la compañía sería políticamente sensible y de forma inevitable fomentaría un debate sobre el impacto del brexit en la economía de Reino Unido.
Para aumentar la incomodidad, el miércoles May se reunió con Mark Rutte, el primer ministro holandés, en el número 10 de Downing Street, para conversar sobre el brexit.
Rutte, quien presionó para asegurar que la sede de Unilever esté en Róterdam, alguna vez fue parte del Departamento de Recursos Humanos de la compañía y desempeñó un papel de liderazgo en varias reorganizaciones.
En diciembre, Rutte tomó la decisión de eliminar un impuesto de retención de dividendos de 15 por ciento, lo que desató protestas a escala nacional, pero favoreció a los inversionistas internacionales en empresas holandesas. Los Países Bajos también tienen reglas a favor de los inversionistas a largo plazo y el país le da una mayor voz en las decisiones corporativos a un rango más amplio de partes interesadas, en comparación con el enfoque de Reino Unido, que favorece a los accionistas.
El año pasado, May prometió durante el manifiesto del Partido Conservador reformar las reglas de adquisiciones y evitar la “liquidación agresiva de activos o evasión fiscal”, pero todavía no implementa ninguna medida.
Con profundas raíces en ambas naciones, en Reino Unido y en los Países Bajos se considera a Unilever como propio, lo que hace inevitable que se politice cualquier movimiento hacia una estructura corporativa unificada.
Polman, un holandés que espera jubilarse de Unilever el próximo año después de una década al mando, dijo al Financial Times en noviembre que quería detener temporalmente cualquier decisión sobre la sede debido a la “turbulencia política”, y agregó: “Las emociones en este momento realmente son el problema”.
Polman, un partidario de que Reino Unido permanezca en la Unión Europea, dijo: “Actualmente puede ir en cualquier dirección, de eso tienes que ser claro. El consejo de administración va a tomar una decisión a 30 o 50 años. Queremos hacerlo bien y de forma correcta”.
Marijn Dekkers, el presidente del grupo, también es holandés. La estructura doble de Unilever surge de la fusión en 1929 de Lever Brothers de Reino Unido y Margarine Unie de los Países Bajos.
Los abogados corporativos dicen que las empresas no tienen que tener sus principales cotizaciones bursátiles donde se encuentra su sede, lo que plantea la posibilidad de que Unilever pueda optar por tener su sede en los Países Bajos pero que su cotización principal sea en Reino Unido.
El Departamento de Negocios de Reino Unido dijo: “El gobierno se mantiene en contacto regular con Unilever y vamos a seguir trabajando con ellos durante este proceso. “A través de nuestra estrategia industrial que se publicó recientemente, trabajamos con empresas en todo Reino Unido para crear un entorno donde las compañías puedan prosperar”.