Muestran técnicas de propaganda de Hitler
La manipulación de los medios de comunicación para fines políticos o ideológicos se ha convertido en los últimos años en una de las principales preocupaciones mundiales, usada tanto en las campañas por la salida de Reino Unido de la Unión Europea o por la presidencia estadunidense como en los esfuerzos de reclutamiento del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La exposición State of DeceptionThe Power of Nazi Propaganda (Estado de Decepción-El poder de la propaganda nazi) recuerda, sin embargo, que ese artificio es muy anterior a las redes sociales y fue el vector de la ascensión nazi en la Alemania del periodo entre guerras.
La muestra en el Parlamentarium, centro cultural del Parlamento Europeo (PE), reúne material publicitario original y reproducciones, además de textos elaborados por el Museo del Holocausto de Washington.
Allí, donde fue lanzada en 2009, se consolidó como la exposición más visitada en los 25 años del establecimiento, atrayendo a 1.7 millones de visitantes durante tres años.
Su objetivo es abordar la “relevancia contemporánea” de la estrategia nazi de propaganda y llamar atención para “cómo la tecnología puede ser empleada por grupos extremistas para transmitir su mensaje a millones de personas en todo el globo”.
Hitler se adhirió al Partido Nacional Socialista alemán cuando tenía 30 años, y se alzó rápidamente al rango de director de propaganda. Para Steven Luckert, curador de la muestra, el político fue “el primero en Alemania en entender la fuerza de los símbolos y las marcas y la importancia de crear una imagen de sí mismo para vender al pueblo”. “Al adoptar la suástica como símbolo del partido nazi, estaba creando un logotipo, una marca que le diferenciaría de los otros 30 partidos que había en Alemania en aquella época”, señaló en entrevista.
La propaganda permeaba toda la comunicación de Hitler y del partido nazi. “Hitler se vestía conforme el público al que se dirigía. Para un discurso ante empresarios, lo veías con chaqueta y corbata. Para hablar con amas de casa, usaba algo más casual para dar una imagen suave y crear cercanía”, notó Luckert. m