Le ponen emoción
Los Leones de Yucatán tenían ventaja de ocho carreras en la segunda entrada, pero sufrieron para imponerse
Los Leones de Yucatán armaron un par de rallies para vencer 9-8 a los Olmecas de Tabasco y empatar la serie en el Parque Centenario 27 de Febrero. Lo que parecía un cómodo triunfo para los melenudos se convirtió en un duelo apretado hasta el último instante, donde los locales lucharon por evitar el descalabro.
Las fieras tuvieron una holgada ventaja de ocho carreras desde el segundo capítulo; sin embargo, poco a poco los tabasqueños recortaron distancia, hasta ponerse abajo por una sola carrera, gracias a los cuadrangulares de Alex Romero y Marco Guzmán Jr.
Yucatán se fue al ataque desde la misma primera para despacharse con cinco carreras producidas, con imparable de Ricardo Serrano, dobletes de Ronnier Mustelier y LEONES Humberto Sosa, además de un triple de Diego Madero; todo ante el derrotado Carlos Teller, quien apenas pudo retirar un tercio.
Los yucatecos atacaron en su siguiente turno para un racimo de cuatro rayitas enviadas al plato por extrabases de Jesús Valdez y Diego Madero, junto con fly de sacrificio de Humberto Sosa quien tuvo una jornada de tres remolques.
Ganó el yucateco Carlos Pech en su primera labor como abridor en Liga Mexicana, con trabajo de cinco actos con cuatro carreras limpias y un ponche; le siguieron Manuel Valdez, Jesús Barraza y Ronald Belisario, quien consiguió el rescate al retirar en tres hombres la última tanda.
REGRESO ENDIABLADO
La frase se cumplió: el emergente se poncha o da de hit, y Hans Wilson pegó imparable con corredor en tercera para coronar el rally de tres con el que los Diablos Rojos le pegaron 8-7 a los Sultanes, en la décima.
De nueva cuenta el pitcheo de relevo de los Diablos fue el que se quebró a la hora cero, y ante una artillería tan poderosa como la del líder de bateo colectivo, eso cuesta.
Con un doblete de Walter Ibarra los Sultanes construyeron las dos carreras con las que tomaron la delantera 7-5 en la alta de la tanda 10, pero vino el despertar local que fue coronado con el batazo de Wilson a lo profundo del jardín izquierdo, con lo que llegó al plato la del triunfo.
Fue un duelo manejado con pinzas por ambos manejadores, como si se tratara de un choque de playoffs, ya que las carreras se buscaron con toques y se evitaron regalando bases por bolas, pero también llegaron los batazos de poder, con los que se escribieron seis de las 15 anotaciones.
Con el juego 5-5 y teniendo que llegar a extrainnings, el cerrador colorado recibió el doble de Ibarra, con el que Asael Sánchez se desprendió al plato con la de la delantera parcial, 6-5.