Esquizofrenia, armas y detenciones
Si cree que es delincuente, puede matarlo
Matar a un presunto delincuente en defensa propia ya está permitido en el estado de Nuevo León. Ahora, cualquiera que dañe, lesione o incluso mate a un asaltante será inocente. Con el argumento de que la violencia se ha incrementado en la entidad, el legislador Marcos Mendoza, quien propuso la reforma, consiguió el apoyo del Congreso local para incluir en el Código Penal la permisividad para matar, con la promesa de que con ello otorga certeza a los “padres de familia”.
Imagine usted la tranquilidad que puede sentir cualquiera que en un lugar público presencie la reacción de un “padre de familia” que saca la pistola y mate a cualquier individuo que considere un agresor. La lógica es esa, violencia contrarrestada con violencia. Normalizar la portación y el uso de armas y, dejar después en manos del Ministerio Público las investigaciones para determinar si el arma con la que se asesinó a un presunto delincuente, era legal o no.
Si porta un arma ilegal, va directo a la cárcel
Por otro lado, en el Congreso federal se impulsa una reforma para que se dicte prisión preventiva oficiosa a quienes sean detenidos por portación y acopio de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Esto implica que los detenidos por este delito no saldrán bajo fianza. De manera que no puedan quedar en libertad mientras el juez determina su situación jurídica o se desarrolla el juicio en su contra. A simple vista parecería sensata esta propuesta, pero en un país en donde las detenciones arbitrarias son práctica común, esta iniciativa tiene repercusiones irreparables, porque en esos términos la prisión preventiva oficiosa viola derechos fundamentales, como la presunción de inocencia. Tan solo en el periodo de 2004 a 2014 se registraron ante CNDH 58 mil 381 quejas interpuestas por detenciones arbitrarias.
Javier Carrasco Solís, director del Instituto de Justicia Procesal Penal, advierte que “la propuesta en es una total irresponsabilidad. Es prioritario que los ministerios públicos cuenten con criterios que sustenten la necesidad de cautela y para ello crear la Unidad de Medidas Cautelares”. Mientras no contemos con esta garantía, la violación de derechos puede incrementarse.
Armas contra la violencia y violencia contra los armados
Para quienes los derechos humanos son un asunto estorboso de oenegeros dedicados a proteger a la delincuencia, las dos propuestas resultan apetecibles y congruentes. Para quienes entienden que la justicia está sostenida en el respeto a los derechos, ambas iniciativas son esquizofrénicas.