Universidades públicas
En los próximos días se define el futuro financiero de las instituciones de educación superior pública, del cual depende la consec
EPor eso las instituciones de educación superior van a contracorriente. El margen de maniobra es mucho más estrecho que el de otros años y eso complica la negociación y el cabildeo frente a todos los actores. Los rectores asumen, de inicio, que contar con un presupuesto similar al de 2016 sería de los males el menor, aunque debido a la inflación, sería también insuficiente. La batalla en el Congreso de la Unión apenas comienza. Las universidades tienen necesidades y requerimientos que deben ser cubiertos pero está por verse si son atendidos a cabalidad. Las metas de cobertura, calidad, ampliación de la oferta educativa, la movilidad estudiantil y académica, la internacionalización, entre otras, se encuentran en riesgo.
Y esta vez, argumentan los rectores, el escenario es más desalentador que otros años. Saben que la economía a nivel mundial impone condiciones y es muy complejo romper esa inercia.
En los próximos días se define el futuro de las universidades públicas del país en materia presupuestal. Los objetivos a mediano plazo dependen de un ajuste que podría concretarse. Delinear prioridades En este escenario, el Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Salvador Jara Guerrero, señala que la investigación es el camino para consolidar la educación superior y es la vía para hacer de un país innovador y competitivo, y esa es la importancia que debe tener desde cualquier perspectiva.
Por ello, debido al papel que tienen en la innovación las universidades pú-