Taxis Panteras seguirán en la ilegalidad
Quedan fuera de la regulación; el GDF descarta dar más concesiones
Los taxis Panteras quedaron fuera de toda regularización en el proceso que realiza el Gobierno de Distrito Federal para meter en orden otros servicios de transporte público que están contra la ley, pero seguirán prestando servicio en la ciudad, porque esquivan los operativos de las autoridades.
El gobierno capitalino informó a MILENIO que no se contempla abrir el proceso entrega de concesiones para acabar con los taxis pirata y meterlos en orden, pues con la llegada de los vehículos que se inscribirán para prestar servicio a través de aplicaciones se tendrá la demanda usuarios cubierta.
Actualmente, hay 139 mil 400 taxis regulares que tienen concesión, están pintados con la cromática oficial y su tarifa fue autorizada por la administración capitalina.
A ellos se sumarán las unidades que están pendientes de regulación y entrega de permisos que hará la Secretaría de Movilidad para que autos particulares puedan prestar servicio de transporte con un permiso anual.
Estimaciones del gobierno capitalino, a las que tuvo acceso MILENIO, indican que se podrán inscribir hasta 20 mil unidades para prestar ese servicio de transporte privado con vehículos particulares y a través de aplicaciones.
El 15 de julio el Gobierno del DF dio a conocer la regulación del servicio de taxis mediante aplicaciones y, al mismo tiempo, cerró la puerta para la entrega de concesiones a taxistas ilegales, mejor conocidos como Pantera, que en la ciudad suman cerca de 10 mil.
Los taxis Panteras están agrupados en la Coordinadora de Taxis y Trabajadores del Volante del Frente Popular Francisco Villa, que buscan pasar desapercibidos en la ciudad utilizando la cromática oficial y cobrando con taxímetro.
Sin embargo, sus unidades son fáciles de identificar porque carecen de placas de servicio de transporte público, que tiene una letra y cinco números, circulan con placas particulares, que tienen tres letras y tres números.
Además traen una calcomanía amarilla con una pantera negra en la parte de en medio y el número económico de cada unidad. Son controlados por Álvaro Castillo, ligado al Frente Popular Francisco Villa.
Incluso, en las dos anteriores administraciones, los Pantera fueron considerados como el brazo del PRD en la capital, pues señalaban que eran protegidos por ese partido.
Desde hace tres administraciones el GDF ha buscado acabar con “el mal social”, como lo llama el experto en transporte, Bernardo Navarro, titular del Observatorio de Movilidad y transporte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
“Los taxis sin concesión existen porque hay oferta y demanda, pero sobre todo desempleo, son un mal social que sirve para cubrir la necesidad de transporte y de recursos para la subsistencia de una familia”, indicó el especialista que ha escrito dos libros sobre taxis en la Ciudad de México.
Desde la administración de Andrés Manuel López Obrador, los taxis ilegales han existido, lo mismo que con Marcelo Ebrard, y continúan con Miguel Ángel Mancera; con AMLO llegaron a 40 mil.
En total eran 17 organizaciones las que controlaban a las taxis ilegales, de las cuales sobresalían Panteras, con más de 50 por ciento de los pirata.
Con Marcelo Ebrard se redujeron y solo había 5 organizaciones. Los ilegales no rebasaban los 35 mil y fue entonces que ese gobierno decidió entregarles concesiones, pues no había otra manera de acabar con ellos, ya que los corralones estaban llenos y no había elementos suficientes de verificación de transporte para atacar el problema.
Su desaparición fue momentánea, pero desde el inicio de gobierno de Mancera, los Pantera regresaron a las calles, y ahora suman cerca de 20 mil y se quedarán como ilegales, ya que el gobierno no los regularizará con el programa del servicio de transporte úblico individual de pasajeros.
La opción que los Panteras tienen para dejar la ilegalidad es sumarse a una de las empresas que prestan servicio por medio de aplicación, como Uber y Cabify.
Sin embargo, deberán comprar nuevos vehículos, pues la mayoría de las unidades tienen más de 10 años o no cumplen con las especificaciones señaladas por las autoridades para formar parte del padrón de autos que ofrecerán ese servicio. M