La religiosidad de narcos, “una gran blasfemia”: Ravasi
El presidente del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano participó en un evento que pretende establecer el diálogo entre creyentes y ateos
El cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano, afirmó que se ve como un peligro la falsa religiosidad con que se revisten el crimen organizado y los narcotraficantes, pues es “una gran blasfemia” y no es religión.
En una conferencia de prensa antes del evento Atrio de los Gentiles, indicó que es muy importante inculcar en las generaciones jóvenes que las mafias, el crimen organizado y el narcotráfico no tienen religión, a pesar del uso de símbolos — como la Santa Muerte— que son incluso elementos blasfemos.
Explicó que los grupos mafiosos en Italia como la Camorra, la Cosa Nostra, entre otros, utilizan formas de creencias en capillas, tienen vírgenes y al padre Pío, pero esto es anticultura porque borra todos los valores de las relaciones humanas, sociales y culturales.
El cardenal reiteró que la falsa devoción del crimen organizado es “una gran blasfemia” porque la verdadera religión celebra la vida y la justicia, mientras que esos grupos criminales celebran la muerte.
Por eso, señaló, es importante combatir las formas de criminalidad también desde el ámbito espiritual y no solamente como lo hace el Estado a escala policial.
ATRIO DE LOS GENTILES
Por la tarde, en un esfuerzo de la Iglesia católica por establecer diálogo entre creyentes y no creyentes fuera de Europa, se desarrolló el Atrio de los Gentiles en un clima clerical, aunque la sede fue el Museo Soumaya.
Los invitados al diálogo fueron en su mayoría del ámbito religioso, entre ellos algunos obispos, religiosas y sacerdotes, representantes de comunicación social de varias diócesis y congregaciones, y pocos los no creyentes.
En un principio se había anunciado la asistencia de autoridades federales, empresarios y políticos que no llegaron a la cita, como Emilio Chuayffet Chemor, secretario federal de Educación Pública.
Mario Ángel Flores, rector de la Universidad Pontificia de México, afirmó que para la Iglesia en el país este evento fue un desafío.
El diálogo lo presidió el cardenal Ravasi con el purpurado Noberto Rivera y el obispo Felipe Arizmendi. El Atrio de los Gentiles tuvo como escenografía un biombo con la obra Lascuatro partesdelmundo, de Juan Correa, y una réplica de Elpensador, estatua del Augusto Rodin,
Flores destacó que la organización del debate fue “un riesgo en los ambientes culturales mexicanos, esta invitación de la Iglesia puede recibir respuestas muy diferentes, indiferencia, silencio, hasta rechazo… porque existen prejuicios desde el siglo XIX con barreras ideológicas en un laicismo radical o con la soberbia de algunos universitarios o científicos que descalifican cualquier expresión religiosa”.
PONENCIAS
En la primera mesa del diálogo “Laicidad y trascendencia, ¿dos realidades necesarias e inacabadas?”, Guillermo Hurtado, miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, consideró que en el terreno de la fe se puede rescatar la democracia laica de su crisis sin dejar de lado la religión. “Nuestro ambiente político suele ser inseguro y temeroso para expresar abiertamente sus coincidencias y convicciones con los valores superiores”, opinó Hurtado.
Al respecto, Carlos Ornelas, investigador de la UAM plantel Xochimilco, en su participación se pronunció en contra de que se enseñe religión en las escuelas públicas, porque contradice el espíritu de laicidad. Y sostuvo que todas las iglesias actualmente tienen mayores libertades.
El poeta Julio Hubbard, quien al inicio de su charla se calificó como un “converso católico”, consideró que no se debe despreciar la civilización cristina, porque lo que el mundo espera es la apuesta espiritual.
Rodrigo Guerra, director del Centro de Investigación Social Avanzada, consideró que la relación Iglesia-Estado ha estado atrapada. Y propuso reconstruir espacios neutros en donde no haya sólo buenos o malos.