Investigan uso de cenizas de un campo de concentración
El pintor Carl Michael von Hausswolff habría empleado estos restos humanos en una obra; algunos críticos mexicanos expresan su opinión
Fiscales polacos investigan al artista sueco Carl Michael von Hausswolff, quien el año pasado afirmó haber empleado cenizas de víctimas del Holocausto tomadas en 1989 de los hornos de cremación en Majdanek, un campo de concentración nazi en el este de Polonia, para hacer una pintura, por lo que podría ser sentenciado a prisión.
La vocera de la Policía, Beata SykJankowska, dijo que los fiscales de Lublin iniciaron una investigación sobre las declaraciones del artista. Aunque no hay evidencias, los fiscales están siguiendo los reportes de los medios de comunicación.
La pequeña pintura, titulada MemoryWorks, está hecha con pinceladas verticales marrón y gris que dan la impresión de ser un grupo de personas apiñadas. Podría resultar muy difícil saber si Hausswolff usó cenizas de las víctimas o solo está tratando de llamar la atención, aseguró Syk-Jankowska.
Si sus afirmaciones resultan ciertas, sería muy ofensivo para los sobrevivientes del Holocausto y muchos más, incluyendo a los polacos que fueron perseguidos en la Segunda Guerra Mundial y preservan ahora la memoria de las víctimas. Hausswolff podría ser acusado en Polonia de profanar cenizas humanas y el lugar en el que estaban depositadas, por lo que enfrentaría una pena máxima de ocho años en prisión, explicó.
Entre 1941 y 1944, unas 150 mil personas, en su mayoría judías, estuvieron detenidas en el campo de Majdanek, de las cuales al menos murieron unas 80 mil. En 1989, todavía había cenizas humanas en los hornos donde los nazis cremaban los restos de sus víctimas.
Retirar cenizas es un crimen, pero en ese entonces no había cámaras para vigilar que no se cometieran estos actos, dijo Agnieszka Kowalczyk, vocera del museo en el campo de concentración.
El museo Majdanek y la comunidad judía en Suecia han condenado las afirmaciones de Hausswolff. Martin Bryder, propietaria de la Galería Bryder en Lund, confirmó a AP el martes que la pintura se exhibió tres semanas entre noviembre y diciembre pasados. La propietaria rechazó hacer declaraciones sobre el artista o la pintura.
POSTURAS ENCONTRADAS
En el mundo, el arte conceptual ha sido objeto de diversas polémicas. Basta recordar la presentación de las piezas The PhysicalI mpossibility of Death int he Mind of Someone Living, un tiburón tigre de 14 pies de largo inmerso en una vitrina con formol, del artista británico Damien Hirst, o Sacandoal perroy comiendo mierda, del artista cubano Wilfredo Prieto, que consistió en colocar excrementos humanos en el parque John Lennon de La Habana, entre la mierda ya presente de los perros.
México no ha sido la excepción. Desde la aparición del grupo Semefo, la artista plástica Teresa Margolles se ha destacado por realizar obras relacionadas con la violencia en el país. Su pieza Encobijados, en la que se emplearon cobijas usadas para cubrir los cuerpos sin vida de víctimas de la delincuencia organizada, es un ejemplo de ello.
Entrevistados por MILENIO, los críticos de arte Avelina Lésper, Teresa del Conde y Carlos Blas Galindo, hablan de la polémica obra del artista polaco Carl Michael von Hausswolff, y de hasta dónde debe llegar la ética de un creador para hacer una obra como ésta.
Lésper comenta que lo hecho por el creador polaco es una apología del nazismo. “Como seguramente todas las personas que realizan este tipo de proyectos, Hausswolff se excusa en sus buenas intenciones. Sin embargo, la utilización de las cenizas de personas que murieron en el Holocausto es un arma de propaganda similar a la empleada por los nazis. Es una obra antisemita y racista”.
Al cuestionársele hasta dónde puede llegar la ética de un artista para hacer una obra de estas magnitudes, la colaboradora del suplemento Laberinto de MILENIO responde que la ética es universal, por lo que no hay estética sin ética. En México, ejemplos como el de Hausswolff se pueden ver en la obra de Teresa Margolles, quien, según Lésper, “ha sido la vocera oficial del gobierno calderonista al hacer escarnio y apología de la violencia del narcotráfico”.
Para Teresa del Conde, el creador polaco está tratando de llamar la atención: “Este tipo de acciones es bastante común en el campo artístico. Probablemente quiera denunciar y hacer ver que la apilación de gente en los campos de concentración fue ejecutada”. La crítica de arte mencionó que Hausswolff está imitando otras posturas: “Tendríamos que valorar si la obra MemoryWorks logra conmover al espectador y evoca tan trágico hecho”.
Carlos Blas Galindo explicó que para él el hecho de que se investigue a un artista que empleó cenizas de personas que murieron en el Holocausto para hacer una obra se debe tomar con reservas.
El crítico de artes plásticas dijo que, en rigor, desde que el arte se separó de lo sagrado todas las expresiones se puede abordar. Explicó que “no hay nada intocable y sagrado, siempre y cuando se respete la memoria de la gente. El empleo de los materiales no debe ser lo criticable, sino su postura ante el mundo”.