Sacan a los 550 reos del penal del motín
Se echan la bolita los MP capitalino y morelense sobre El Bocinas; “fue atendido como víctima” SSP federal da a conocer los números 088 y 018004403690 para emergencias
Autoridades policiacas de Durango confirmaron que la madrugada y la mañana de este miércoles fue desalojado el Cereso Dos de Gómez Palacio, lo que implicó el traslado de 550 reos a otras prisiones.
Algunos reos fueron llevados en dos camiones al aeropuerto Francisco Zarco, de Torreón, y de ahí al hangar de la Policía Federal para ser trasladados a otras cárceles del país.
Las autoridades estatales informaron que el resto fue llevado en 11 autobuses al penal de Durango, donde se aplicó otro dispositivo de seguridad, que incluyó dos helicópteros de la Policía Federal y convoyes del Ejército y la policía estatal.
El traslado a la capital del estado comenzó la noche del domingo en un operativo, en el que participaron la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y elementos de la Policía Federal.
En tanto, la Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmó que ya son 24 los muertos (15 reos y nueve custodios) por el intento de fuga ocurrido el martes en el penal de Gómez Palacio.
Inicialmente la dependencia anunció que el número de fallecidos era de 17, pero al paso de las horas subió a 24, debido a la gravedad de las heridas sufridas por reclusos y policías.
En un comunicado, la dependencia detalló que el desalojo de internos y su posterior traslado a otros centros penitenciarios obedecieron a una medida preventiva.
Con dicha acción se pretende restablecer el funcionamiento y recuperar el control de la cárcel de Gómez Palacio, así como salvaguardar la integridad del personal que ahí labora, detalló la dependencia.
De acuerdo con la averiguación previa, el motín y el intento frustrado de fuga masiva ocurrido el martes por la tarde fueron en reacción al traslado de los presos federales en días pasados.
BRONCA EN EL EXTERIOR
La mañana del lunes se dieron cita afuera del centro penitenciario cientos de personas, luego de que se enteraron del traslado de sus familiares. Ahí protagonizaron conatos de violencia y exigieron a las autoridades una explicación sobre el traslado de presos.
Como no se presentó ninguna representante del gobierno, los ánimos de los familiares se calentaron y comenzó una agresión contra personal de seguridad que aguardaba en el interior del Cereso, que también respondió.
Hubo necesidad de emplear gases lacrimógenos para desalojar a los inconformes, quienes lanzaron piedras y prendieron fuego a automóviles para lograr entrar al reclusorio.
Eso generó una mayor movilización de cuerpos de seguridad para blindar el penal.
El martes 18 se activó de nuevo el códigorojo, pues minutos antes de las cinco de la tarde se dio aviso a través de los sistemas de radiocomunicación sobre un intento frustrado de fuga.
En estos hechos los custodios fueron despojados de sus armas por los internos, quienes por algunos minutos se apoderaron del penal y comenzaron a disparar hacia las torres de vigilancia y áreas de los custodios.
A la par con las detonaciones, sobrevino el intento de evasión a través de túneles y la barda trasera del Cereso, lo que obligó a los vigilantes a realizar disparos para contener a los internos.
Por estos hechos, la Secretaría de Seguridad del estado dio a conocer que el saldo fatal fue de 24 personas muertas, incluidos nueve custodios y 16 internos, además de 11 heridos.
Tras los hechos violentos, personal del Ejército mexicano tomó el control del penal. En tanto, los cuerpos fueron trasladados por el Servicio Médico Forense a la capital del estado para practicarles la necropsia de ley.
Hasta el cierre de esta edición las autoridades no habían dado a conocer los nombres de quienes fallecieron en esos hechos.
Esta serie de actos violentos generó que la misma noche del martes y la madrugada del miércoles se diera la orden para que los internos del penal fueran trasladados a otros centros penitenciarios del país.
Cerca de las 11 de la noche de ese día llegó un convoy de autobuses a las afueras del reclusorio, desde donde los presos fueron trasladados al aeropuerto de Torreón. Ahí los aguardaban dos aeronaves de la Policía Federal para concretar el operativo.
El traslado al penal de la capital del estado se hizo en 11 camiones que llegaron al Centro de Readaptación Social cerca del mediodía de este miércoles, custodiados por elementos de la Policía Federal, Ejército mexicano y Policía Estatal Acreditable, además de dos helicópteros.
El ingreso de los presos al centro penitenciario de la capital del estado se realizó por espacio de tres horas, según la Secretaría de Seguridad local.
El movimiento inusual generó que algunos familiares de internos llegaran hasta las puertas del penal en busca de información.
De acuerdo con la SSP estatal, el intento de fuga del pasado martes en el penal de Gómez Palacio obligó a la autoridad federal a trasladar a algunos internos a la ciudad capital para evitar mayores riesgos.