Lo que el género generó…
Dice Alda Facio que “cuando el género suena, cambios trae” y tiene razón
Cuando esta categoría se utiliza como herramienta para analizar la realidad puede ser una poderosa palanca de transformación social, pues nos permite no sólo visibilizar a las mujeres como sujetas de derechos sino también cuestionar y cambiar las relaciones históricas desiguales de poder entre los sexos. La perspectiva de género es en esencia un acto subversivo frente a la cultura patriarcal, machista y misógina que ha perpetuado la discriminación y violencia contra las mujeres en nuestra sociedad; es una herramienta de cam- bio, de movimiento, de acción, de lucha permanente por los derechos y libertades fundamentales de las mujeres.
Un emblemático ejemplo de esta permanente lucha ha sido en el terreno de los derechos políticos. No fue suficiente el reconocimiento constitucional de su derecho al voto en 1953, ni las cuotas de género establecidas en el COFIPE desde 1996; para alcanzar el histórico 32% de mujeres en Senado de la República y el 37% en la Cámara de Diputados en la actual legislatura tuvieron que pasar 59 años desde que se reconoció este derecho y una larga batalla librada por las mujeres que tuvieron que acudir a la autoridad judicial electoral para que sus derechos fueran respetados. Esto nos confirma que para las mujeres nada ha sido producto de una concesión generosa sino, por el contrario, cada derecho conquistado ha sido fruto de una larga y permanente lucha.
La creación de instituciones específicas a favor de las mujeres, bajo el enfoque de ciudadanía plena y no como grupo vulnerable, entre las que se encuentran el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en el ámbito federal, las existentes en las 32 entidades federativas, de las cuales cuatro tienen el rango de Secretarías de Estado (Coahuila, Chiapas, Guerrero y Michoacán) y una de Consejo estatal de la Mujer y Bienestar Social (Estado de México), así como las 1,315 instancias en el ámbito municipal son otro importante logro del movimiento de mujeres para edificar una sociedad y un Estado sensible al género. Para que cumplan con el objeto y fin para el cual fueron creadas hay que fortalecer sus capacidades legales e institucionales y brindarles el presupuesto y respaldo político que les permita colocarse en el espacio estratégico de la estructura política, institucional y social que les