Y, mientras tanto, ¿cómo andan aquí las cosas?
LEste episodio refuerza su arremetida contra el ex
presidente Calderón
a gran y primerísima pregunta: ¿por qué Genaro García Luna —un tipo presuntamente envilecido por haber pactado con los sanguinarios criminales a los que debía perseguir— no se declaró culpable para beneficiarse, justamente como los canallas que lo acusaron, de una reducción de pena y luego, ya negociadas las correspondientes ventajas con los fiscales federales de los Estados Unidos, ponerse alegre y despreocupadamente a señalar culpables, a inventar abracadabrantes historias y a ajustar cuentas?
¿No podría ser que ese hombre, a pesar de todos los pesares, posee cierto sentido del honor o, por lo menos, que se sabe tan inocente de los cargos que le imputan que creyó que la maquinaria judicial iba a absolverlo?
No tendría lógica alguna, desde el punto de vista meramente estratégico, la postura del antiguo secretario de Seguridad. Sería, más bien, una auténtica declaración personal, una proclamación tan comprometedoramente extrema, hecha ante los mismísimos tribunales, que las consecuencias pueden ser catastróficas para él mismo: una sentencia de prisión perpetua, ni más ni menos, en vez de la libertad condicionadaquedisfrutaunsujetocomoel tal Rey Zambada.
Elsimplehechodequeundelincuente confesodelacalañadelantedichopersonaje haya negociado su salida de prisión y, mientras tanto, que un encargado de lucharcontraelcrimenorganizado,condecorado por varias organizaciones policiacas y agencias, haya sido declarado culpable y enfrente una durísima pena, ese simple hecho —repetimos— es desaforadamente inaudito.
Los partidarios de la 4T se frotan las manos,desdeluego,porqueesteepisodio refuerzasuarremetidacontraelexpresidente Calderón, su villano favorito. Pero, aver,asífuerequeaGarcíaLunaloejecuten en la silla eléctrica o que lo refundan de por vida en una prisión de alta seguridad, ¿eso compone las cosas, hoy, en México?
¿Cómo está el tema, por cierto? Está peor que nunca, señoras y señores. En zonas enteras del territorio nacional reinan las organizaciones criminales: matan, secuestran y extorsionan a miles de ciudadanos indefensos. El
_ fentanilo que exportamos ha causado la muerte de muchísimos consumidores en los Estados Unidos (¿ahí no hay culpables compareciendo en la Corte de Brooklyn?). Ah, pero García Luna irá a la cárcel. ¡Bravo!