Narcos mexicanos, la “mayor amenaza” criminal para EU
El fentanilo, una droga 100 veces más potente que la heroína, genera hasta 174 muertes al día en ese país; para Washington ya es una pandemia
La agencia antidrogas de EU (DEA) reconoció que la “mayor amenaza” criminal que enfrenta actualmente son los cárteles mexicanos, que tienen ya una extensa red de complicidades con pandillas callejeras, grupos delictivos en prisiones e incluso con bandas asiáticas en ese país.
El fiscal general, Jeff Sessions, alertó del peligro que representan las bandas mexicanas. “Este informe de la DEA confirma que los cárteles trasnacionales han inundado nuestras comunidades de drogas como cocaína, fentanilo y metanfetamina”.
La agencia añadió que 59% de la cocaína decomisada el año pasado era pura, lo que elevó su nivel de letalidad. En 2016 se reportaron 10 mil 375 muertes por sobredosis con esta droga.
La Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) presentó su Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas 2018 y ahí estableció que los cárteles mexicanos son la "más grande amenaza criminal para Estados Unidos".
Subraya que en 2017 los opioides sintéticos, como el fentanilo (que es 100 veces más potente que la heroína) fueron la causa de unas 30 mil muertes, es decir, unas 174 al día, por lo que para el gobierno de Washington ya representa una pandemia.
El informe, que detalla la actividades de los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Juárez, del Golfo, Los Zetas y los Beltrán Leyva, señala que "ningún otro grupo está actualmente en posición de desafiarlos".
Destaca que el cártel de Sinaloa "mantiene la huella más expansiva en Estados Unidos, mientras que la presencia doméstica del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha ampliado significativamente en los últimos años".
Destaca que aunque los asesinatos relacionados con las drogas en México en 2017 superaron los niveles anteriores de la violencia, los miembros mexicanos de las organizaciones criminales trasnacionales con sede en Estados Unidos, generalmente se abstienen de extender sus conflictos internos"
La DEA analiza la estructura y las características de las organizaciones criminales mexicanas y señala que su actividad en Estados Unidos es supervisada principalmente por ciudadanos mexicanos o estadunidenses de origen mexicano, y que los criminales de nacionalidad mexicana ingresan a Estados Unidos tanto legal como ilegalmente y con frecuencia buscar esconderse dentro de comunidades mexicoamericanas densamente pobladas.
También que los criminales mexicanos que operan en Estados Unidos tienen lazos familiares o provienen de lugares de donde son originarios los líderes de los cárteles y en algunos casos se les otorgan altas posiciones dentro de la organización cuando regresan a México, luego de años de operaciones exitosas en Estados Unidos.
En lo que se refiere a la estructura operacional de los cárteles mexicanos, la DEA señala que están compuestos por células con actividades especificas como el transporte o distribución de la droga y lavado de dinero, y que la estructura funciona como una cadena de suministro, donde los operadores son conscientes de su función específica
Sin embargo, no saben de otros aspectos de una operación, y que en la mayoría de los casos las personas contratadas para el transporte y envíos de drogas dentro de Estados Unidos son "contratistas" independientes que pueden trabajar para múltiples organizaciones criminales.
Además, existe un incremento del número de estos grupos de transportistas en algunas áreas y que en llevan cargamentos más pequeños.
Indica que si bien se registran actos violentos en Estados Unidos relacionados con los cárteles mexicanos, estos son poco frecuentes y principalmente están asociados con incidentes entre traficantes.
El informe agrega que las muertes por envenenamiento por drogas relacionadas con la heroína casise duplicaron entre 2013 y 2016 y que estos eh avisto exacerbado por el aumento de la adulteración de la heroína con f en ta ni lo yotr oso pi oi des sintéticos.
También detalla que las organizaciones criminales mexicanas continúan produciendo grandes
_ cantidades de metanfetamina a bajo precio y lo envían a Estados Unidos a través de la frontera sur donde las incautaciones aumentaron de 4.5 toneladas en 2010 a casi 41 en lo que va de 2018.