Exatlón México
S i a usted, como a mí, le gustan los reality shows extremos debe estar enloquecido de placer con Exatlón
México, la nueva propuesta nocturna de Azteca 7.
¿Por qué? Se lo voy a explicar de la siguiente manera para ver si coincidimos:
Azteca 7 lleva muchísimo tiempo haciendo un reality show muy exitoso, muy emblemático, llamado La isla.
Pero había un problema: tan pronto como acababa La isla la gente salía despavorida de ese canal.
Era como construir algo para dejárselo a la nada. Miles, tal vez millones de mexicanos, enamorados de esta clase de emisiones, se quedaban con ganas de más y no encontraban opciones en ninguna otra parte.
Exatlón México es esa otra parte, un reality show como La
isla, que no es La isla, y que le da perfecta continuidad a esas audiencias.
Ya no hay pretexto para que esa gente salga despavorida hacia la nada, probablemente se va a quedar en Azteca 7 y no solo eso, podría invitar a más y mejores espectadores.
¿Qué es Exatlón México? ¿Qué tiene de especial? ¿Quiénes salen? ¿Por qué habría que verlo?
Exatlón México es un ejercicio de televisión real donde un grupo de figuras públicas y de personas ajenas al medio artístico son medio aisladas de la civilización y obligadas a pasar por pruebas que implican un alto desgaste físico y mental.
¿Qué tiene de diferente respecto a La isla? Que aquí estamos hablando de un programa mucho más deportivo, con participantes que son auténticos atletas y con un conductor, Antonio Rosique, que ameniza aquello con unas narraciones dignas del más emocionante partido de futbol.
Por si esto no fuera suficiente, las actividades de Exatlón México son mucho más dinámicas que las de La isla haciendo que el espectáculo se vuelva más emocionante, más aspiracional y más sexy.
No hay manera de ver a las mujeres y a los hombres que aparecen en Exatlón México y de no admirarlos.
Son un ejemplo, algo que ayuda mucho cuando hablamos de sensibilizar a las multitudes sobre la importancia del trabajo en equipo, de la promoción de la salud, del deporte y, ¿por qué no?, de la belleza.
¿Quiénes son los participantes? Desde clavadistas como Rommel Pacheco y boxeadoras como Arely Muciño hasta campeones de parkour como Ernesto Cazares y patinadoras como Doris del Moral.
Tal vez estos nombres a usted no le digan mucho, pero de eso se trata, de posicionar a otra clase de personalidades en la televisión abierta privada nacional, de hablar de otro tipo de deportes.
Y, en el peor de los casos, que cuando se mencione a figuras como Lis Vega o “El Travieso” Arce, no se haga por las razones de siempre sino desde una perspectiva mucho más elaborada, mucho más de respeto, como de héroes.
Cuando usted los vea competir como están compitiendo, le juro que se va a quedar con la boca abierta. No cualquiera aguanta esas pruebas sin quebrarse.
Y ni hablemos de la parte de la convivencia en los sitios donde los tienen recluidos o de las interacciones con otras personas en momentos específicos del reality show.
¿Pero sabe qué es lo más admirable de este concepto? Su claridad y su formalidad editorial.
Jamás se pierde la perspectiva de que se trata de llegar a un primer lugar donde el ganador se va a llevar dos millones de pesos y nunca quedan cabos sueltos.
Usted siempre sabe qué está pasando con cada uno de los participantes, cómo piensan, qué les duele, si a alguno le cayó una basura en el ojo, si alguien está contento con la comida.
Y esto aplica a la hora de las competencias. Aquí no hay de qué si a media batalla usted voltea a ver a otra parte dejó de entender quién era quién y qué persona iba ganando.
Por lo mismo, a los niños les encanta, los motiva y los pone a hablar y a pensar de algo que en verdad puede llegar a valer la pena. Estamos ante algo grande, caro, diferente y bien hecho.
Como a usted le consta, las locaciones en República Dominicana son una delicia y a mí lo que me sigue impresionando es la estrategia de programación.
Exatlón México repite lo que se hizo con La isla: que la gente vea muchas horas en un mismo día y que lo haga de lunes a jueves y además, los sábados.
No sé usted pero yo ni remotamente me hubiera imaginado que una mecánica de esta manera fuera a funcionar, pero funciona y hace que uno de involucre y que no le den ganas de cambiarle a ninguna otra parte.
Obvio, estamos hablando de un público muy específico, público que no es el de la telenovelas, que apuesta por los deportes, que aspira a cuidar su salud, pero que existe, es numeroso y representa algo.
Si a usted, como a mí, le gustan esta clase de programas, lo invito a que no se vaya a perder este experimento de lunes a jueves a las 19:30 y los sábados a las 20:00 por Azteca 7.
Pinta para ponerse bueno, para darle continuidad a lo que se sembró con La isla y eso se agradece. ¿O usted qué opina?
“Cuando los vea competir le juro que se va a quedar con la boca abierta”