Reconstrucción y clientelismo (el PRI sigue feliz)
La enorme mayoría de los recursos para la reconstrucción después de los sismos y los huracanes vendrá del Fonden. Unos 13 mil millones este año y tal vez otro tanto el próximo, según pidió el secretario de Hacienda al Congreso la semana pasada. A eso habrá que aumentar el gasto en reconstrucción de escuelas que ejercerá la SEP.
¿Cómo se gasta el Fonden?
En el caso de vivienda dañada por un desastre natural, las reglas lo dejan claro, son beneficiarias las familias clasificadas en pobreza patrimonial. ¿Quién las clasifica? La Sedesol, y entonces ya son beneficiarias de otros programas sociales.
El 27 de septiembre de este año se publicó un decreto que modifica un tanto esto. Dice ahora sobre quién se puede beneficiar: las viviendas dañadas por un desastre natural, propiedad de familias clasificadas en pobreza patrimonial que cumplan con los criterios de selección señalados en el presente Anexo “o de aquellas que solicite la Dependencia Federal (Sedesol), por conducto de la Segob, para aprobación del Comité Técnico”, y que se encuentren asentadas, en opinión del área competente de las Entidades Federativas, en zonas consideradas de riesgo”.
Y ese mismo decreto de hace unos días dice con claridad que los apoyos entonces son individuales: “Se otorgará un paquete de obra para lo que incluye los materiales y herramientas con un valor de hasta $30,000 (treinta mil pesos 00/100 M.N.), de los cuales se podrá utilizar hasta el veinte por ciento para el pago de mano de obra, así como la asesoría especializada. El Subcomité de Vivienda definirá la con- veniencia de integración de uno o diversos paquetes de materiales por tipo de daño”.
Esta manera de reconstruir y de repartir recursos, la mayoría de los recursos insisto, es una enorme tentación para el clientelismo en época electoral. Y sí, estamos en época electoral. Y sí, esos recursos y sus padrones los controla el gobierno federal y los decide la Sedesol mientras el candidato del gobierno va a andar haciendo campaña.
Además, por supuesto, hay un problema de planeación y de cómo queremos que se construya y como dicen los que saben, de identidad comunitaria, como en Oaxaca.
Las organizaciones de la sociedad civil han creado una plataforma para hacer transparente este gasto. Muy bien.
Pero se pueden construir grandes clientelas electorales con absoluta transparencia.