VEDA RINDE FRUTOS
Tras 138 días de espera -la más larga de en la historia del Golfo de México-, y ante los resultados satisfactorios, hoy los pescadores se hallan agradecidos
Regresaron los primeros barcos camaroneros y con el doble de pesca en comparación con el año pasado, luego de permanecer 14 días en el mar, en promedio la captura fue de una tonelada diaria.
“La espera valió la pena, duplicamos nuestra pesca de camarón a más del doble en tonelaje, estamos agradecidos con Dios y lo que nos ha regalado el mar”, dijo Don Carlos González, empresario armador del grupo pesquero González, perteneciente a la tercera generación de una familia dedicada a la Industria pesquera junto con primos y tíos.
Fueron 138 días de veda, la más larga en la historia del Golfo de México, la que soportó la Flota Camaronera de Tampico conformada por más de 180 embarcaciones. Los empresarios armadores tuvieron que recurrir a créditos, o gastar sus ahorros para subsistir y aguantar.
“Estuvo muy larga la veda pero creo que las autoridades hicieron lo correcto, no tengo ninguna queja, el camarón está de muy buen tamaño y bendito Dios vamos viento en popa”, expresó y agregó que volvería a soportar otra veda así con tal de tener este tipo de capturas.
“Ahora lo que sigue es salir a venderlo y cobrarlo para recuperar lo invertido, para empezar a cosechar lo sembrado”, señaló Don Víctor.
Cabe señalar que hubo barcos que al día siguiente de su partida tuvieron que volver debido a fallas mecánicas, y otros debido a problemas con la capacidad de enfriamiento de su embarcación, ya que no están preparadas para la importante cantidad del crustáceo.
“Las fallas son gajes del oficio, el motor, la transmisión, lo fierros fallan, pero lo que no debe fallar nunca es la fe en Dios y éste es el resultado una muy buena pesca”, comentó Carlos.
Álvaro Mirelles Compeán, capitán del Barco Don Quintín Vlll, con 8 tripulantes a bordo, la cataloga como una pesca histórica, ya que nunca había tenido una captura tan grande como la de estas fechas.
“La última vez que pesqué fue antes de la última veda en el mes de marzo, pero ya casi no había camarón y por indicaciones de los patrones y debido al gasto, y que ya no era rentable, tuvimos que regresar y parar, pero ésta vez Gracias a Dios es muy buena”, comentó el “Capi”, como lo llaman sus compañeros.
Solo 12 horas cuando mucho estarán en tierra mientras se le hacen algunos ajustes y mantenimiento al barco, tiempo suficiente para saludar a la familia y regresar al mar en busca de más producto, “ya habrá tiempo para descansar”, señaló.
Por su parte la regidora Aureliana Núñez, presidenta de la Unión de Despicadoras y Despicadores AC, comenta que fue un tiempo muy difícil para las más de 2,500 personas que viven de esta actividad, entre despicadoras, choferes y cocedores de camarón.
“Muchos tuvieron que vender hasta tamales, aguas o emplearse como trabajadoras domesticas, pero bendito Dios la espera terminó y arranca una muy buena temporada para nosotros”, afirmó la edil.
“Estuvo muy larga la veda pero creo que las autoridades hicieron lo correcto... no tengo queja”